"Mucha gente votaba a Pujol, no a Convergència"

En junio de 1981, Jordi Pujol se reunió en Madrid con Leopoldo Calvo Sotelo, entonces presidente del Gobierno. La hemeroteca nos recuerda que hablaron de la reconversión industrial, de la creación de un canal de televisión catalán y del "minitrasvase" de aguas del Ebro a Tarragona. En esos días nació en Barcelona Júlia Humet Ribas, que hoy tiene 22 años, acaba de terminar Ciencias Políticas y, a la espera de encontrar un empleo, estudia Derecho en la UOC. Júlia cuenta que los años en la Universidad le han servido para tener algo más claro su futuro: "Me gustaría trabajar en proyectos de estudios sobre inmigración", afirma, "no me gustaría trabajar ni en un partido político ni en la Administración pública". De momento, sigue viviendo en casa de sus padres. Cree en la militancia política, en las asociaciones y en la sociedad civil. Esta militancia de las ideas le parece esencial para ir por la vida y la ha conducido hasta el independentismo: pertenece a Endavant, una "organización independentista revolucionaria". Las convicciones de Júlia Humet están lejos de la ingenuidad, quizá porque el escepticismo es un rasgo ya innato en su generación. Con dichos intereses, además, se ha ido creando su mapa cultural: "Me gusta la música alternativa, grupos como Habeas Corpus y Inadaptats, que suelen cantar textos politizados y combativos". ¿Y la última película que ha visto? "La pelota vasca, de Julio Medem. Es sorprendente que haya recibido tantas críticas, porque en ella la gente sólo opina y no insulta a nadie. Me parece muy fuerte toda la censura por parte del PP".

Como la mayoría de los jóvenes, no duda sobre cuáles son los problemas de su generación: la vivienda y el trabajo. "La Generalitat", se queja, "podría haber creado un plan de ocupación juvenil, por ejemplo, o construido pisos de precio más asequible". Lo que nos lleva a hablar de las elecciones. "Cataluña va a cambiar sea cual sea el resultado. Si ganan los socialistas, dalo por descontado, y CiU también cambiará una vez que no esté Pujol. Pujol ha hecho una política muy personalista. Hasta ahora había mucha gente que no votaba a Convergència, votaba a Pujol, y eso va a notarse". ¿Y Júlia votará? "No, no iré a votar", responde. "En primer lugar, porque no hay ninguna opción que me represente, y en segundo, porque mi abstención es activa. El sistema democrático actual tiene muchas lagunas, está muy viciado, y votando lo legitimas". ¿Y qué cambiaría ella en ese sistema? "El principal problema es que las campañas electorales están completamente desprestigiadas. Se han abandonado las ideologías y lo único que importa es prometer mucho, como si se tratara de unas rebajas".