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La Junta Electoral ordena revisar mesa a mesa el escrutinio de las elecciones

La comprobación final de las 5.863 actas determinará quién gana el último escaño

Naiara Galarraga Gortázar

Con un celo extremo se inició ayer tarde el escrutinio definitivo de las elecciones de la Comunidad de Madrid, celebradas el domingo pasado. La Junta Electoral Provincial y representantes del PP, del PSOE y de IU empezaron ayer, pasadas las cuatro de la tarde, a repasar una por una las actas de escrutinio de las 5.863 mesas electorales. Este recuento, que como pronto finalizará hoy, determinará definitivamente para quién es el último escaño obtenido por el PP en la noche electoral. IU asegura que está a 442 papeletas de obtenerlo. Si la federación de izquierdas al final lo logra, la mayoría de los populares en la Asamblea regional quedaría limitada a un único escaño.

La decisión de la Junta Electoral sorprendió a los partidos. Sólo los tres con representación acudieron a este escrutinio final.

El recuento definitivo continuaba anoche en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid, el mismo escenario en el que el miércoles pasado se escrutó el voto de más de 22.000 emigrantes madrileños que viven en el extranjero. Aunque tras el recuento provisional realizado la noche electoral, IU quedó a sólo seis papeletas de lograr su décimo escaño, el PP agrandó su ventaja hasta los 442 votos con el voto emigrante.Por cada voto que IU recupere durante este recuento definitivo el PP debe encontrar 5,7 para mantener la distancia que ahora tienen, según la ley D'Hont, por la que se reparten los escaños. La progresión es la misma tanto si se ganan como si se pierden votos.

La Junta Electoral Provincial, presidida por la magistrada María Luisa Aparicio, convocó a los partidos a esta revisión mesa por mesa porque "hay un escaño en juego" y por no dejar "ningún resquicio" a un error humano en la transcripción de los resultados, según explicó una fuente de este órgano que supervisa las elecciones. "Queremos total transparencia y claridad", añadió.

En todas las elecciones bailan votos desde la noche electoral hasta los resultados definitivos, dada la ingente cantidad de personas involucradas en un proceso electoral. Existen, por ejemplo, errores al transcribirlos a las actas, al dictarlos por teléfono o a veces los votos de uno son atribuidos a otro cuyas siglas son parecidas o que está en la casilla de al lado. La Junta Electoral corrige los errores obvios y escucha las alegaciones de los partidos a los que no lo son tanto. Además existen incidencias diversas sobre las que los partidos hacen alegaciones. La junta las admite o rechaza.

Desde hace unos años, la Junta Electoral Provincial publicaba unos resultados provisionales -algo que ahora no ha hecho, según IU, ante las numerosas incidencias- que entregaba a los partidos. Éstos los revisaban por su cuenta y, al día siguiente, en la reunión definitiva con la Junta Electoral, sólo se discutían aquellos casos en los que había discrepancias.

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Los representantes de los partidos sentados en fila (los del PP en el centro y PSOE e IU en los extremos) frente a los miembros de la Junta Electoral asistían ayer atentos a la lectura.

El secretario de la Junta Electoral iba recitando los resultados de cada mesa.

A las 16.27 empezó el repasó pueblo por pueblo, mesa por mesa. El secretario empezó por La Acebeda (el primer municipio por orden alfabético): IU, 0; PSOE, 2; PP, 44..., y así sucesivamente.

En cuanto un partido tenía una alegación, la presentaba y la junta la estudiaba.

Dos minutos después de comenzar la monótona letanía de resultados, un miembro del PSOE levantó la mano. Solicitaba que tres votos de Alameda del Valle considerados nulos fueran válidos. Una funcionaria fue a buscar el sobre con las actas oficiales elaboradas por el presidente de esa mesa electoral.

Los más de 2,7 millones de papeletas introducidas en las urnas no se pueden recontar porque se destruyen la noche electoral. Las actas que firman los presidentes de las mesas, con supervisión de los interventores, incluyen los resultados y las incidencias. A ellas se adjuntan los votos nulos que los interventores consideran discutibles.

La presidenta de la Junta Electoral (órgano integrado por tres magistrados y dos profesores titulares de universidad de reconocido prestigio) revisó las tres papeletas de Alameda del Valle y las declaró válidas. Los socialistas se anotaron los tres votos.

Doble voto al PP

Poco después llegaron las primeras alegaciones de mayor calado. IU en un caso y el PSOE en otro expresaron sus sospechas; en el caso de los socialistas afirmaron tener pruebas de que sendos apoderados del PP habían votado dos veces. La izquierda sospecha que una treintena de representantes del PP en las mesas electorales votaron dos veces: en su mesa y en la que supervisaban. Emitir más de un voto es delito. El PSOE asegura que tiene unos cinco casos confirmados, según fuentes socialistas.

Además, IU criticó en un comunicado los "llamamientos del PP", ayer por la mañana, para que la coalición renunciara al recuento final. Sin embargo, la representante del Partido Popular en el repaso, Pilar Busó, se declaró encantada con el sistema decidido por la Junta Electoral; la federación de izquierdas también, porque, afirmó, "la transparencia es siempre beneficiosa, independientemente del resultado".

La presidenta de la junta explicó que no era el momento de discutir el doble voto, ya que carece de competencias para anular votos emitidos, pero hizo constar las quejas por el doble voto. Los partidos pueden acudir a la Junta Electoral Central, primero, y luego a los tribunales. La junta pretendía repasar dos mil mesas antes de concluir la sesión. Hoy continuará.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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