Zaplana rechaza ceder el partido a Camps porque "no es el momento"

"No es el momento". El portavoz del Gobierno y ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, no tiene ninguna prisa por ceder la responsabilidad sobre la organización regional del PP en la Comunidad Valenciana a su sucesor en la presidencia de la Generalitat y secretario general del partido, Francisco Camps. Zaplana presidió ayer en Valencia la reunión del comité ejecutivo regional del PP, que analizó las recientes elecciones autonómicas en Madrid, los inminentes comicios catalanes y trazó el rumbo hacia las próximas elecciones generales de marzo de 2004.

Zaplana renunció a la facilidad de verbo que le ha llevado a ejercer como portavoz del Gobierno y despejó de forma abrupta la cuestión sobre la cesión de sus responsabilidades orgánicas en el PP de la Comunidad Valenciana: "No es el momento".

El momento político viene marcado por la repetición de las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid tras la crisis institucional desatada por la traición de dos diputados socialistas que impidieron la constitución de un gobierno de izquierdas. Zaplana celebró el éxito obtenido el pasado domingo por el PP en unas elecciones "importantes". "No se me ocurre ningún resultado mejor que la mayoría absoluta", comentó.

Las elecciones autonómicas en Cataluña, el próximo 16 de noviembre, no se presentan tan halagüeñas para el PP pero también son parte del escenario. Zaplana apuntó la incertidumbre sobre el resultado electoral pero aseguró que el apoyo al PP "crecerá".

El momento político, finalmente, está definido por las próximas elecciones generales, en marzo de 2004, una cita de "gran relevancia" para Eduardo Zaplana.

El presidente regional del PP aludió a la necesidad de "tener el partido engrasado para obtener los magníficos resultados que nos acompañan desde hace años". Pero evitó fijar objetivos electorales concretos en la Comunidad Valenciana.

El hecho de que Francisco Camps, actual presidente de la Generalitat, haya sido cabeza de lista al Congreso por Valencia en las dos últimas elecciones generales, una plaza que presumiblemente ocupará Zaplana en marzo, complicó cualquier concreción. "No me preocupa mejorar los resultados en las elecciones generales", dijo el presidente regional, "sólo me preocupa tener otra mayoría para poder gobernar en España".

El comentario estuvo trufado de reflexiones sobre resultados que "acompañan" o no y, en un tono personalista, sobre su gestión al frente del Ministerio de Trabajo o como portavoz del Gobierno. "No lo he hecho mal", sentenció Zaplana un tanto irritado, consciente de que el momento adecuado para traspasar la responsabilidad orgánica del partido puede depender del resultado de las elecciones generales.

Francisco Camps recibió a Zaplana en el vestíbulo del hotel donde se reunió el comité ejecutivo del PP pero evitó acercarse a los periodistas. Zaplana, por su parte, insistió en desvincular el carácter orgánico de la convocatoria de cualquier aspecto relacionado con la gestión del actual presidente de la Generalitat. "Hablaremos del partido", indicó, "salvo que el presidente Camps quiera hacer alguna comunicación sobre su gestión".

A puerta cerrada, el presidente Camps, como ha sido habitual en todos los comités ejecutivos del PP, efectivamente informó sobre la gestión de su equipo para subrayar que se están cumpliendo los compromisos adquiridos a lo largo de la campaña previa a las elecciones autonómicas.

Zaplana, que defendió ante los periodistas las "magníficas relaciones institucionales" entre el Gobierno y la Generalitat, a puerta cerrada insistió en el mismo discurso y atribuyó las supuestas diferencias que le separarían del actual presidente de la Generalitat a fabulaciones de los medios de comunicación.

José Luis Olivas, secretario general del partido a las órdenes de Zaplana hasta que fue sustituido por Camps y presidente de la Generalitat durante los diez meses de ínterin entre ambos, se dejó ver en el comité ejecutivo regional para poner fin a sus vacaciones políticas.