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Las escaleras de acceso al palacio de deportes de Málaga se agrietan a los tres años de reabrir

Las escalinatas se han separado unos milímetros del edificio y pierden parte de su apoyo

Tres años después de la reapertura del palacio de los deportes de Málaga, una de los proyectos más polémicos acometidos por el gobierno del Partido Popular, las obras realizadas para levantar este recinto vuelven a estar en la picota. En la estructura exterior se ha detectado un desplazamiento de las escaleras del acceso sur al inmueble, que afectan a la base de apoyo y que han provocado grietas importantes que dejan ver incluso, en parte, el forjado. El Ayuntamiento aseguró ayer que ha pedido a la constructora Ferrovial que subsane de inmediato las deficiencias.

El Consistorio que preside Francisco de la Torre (PP) informó también de que las escalinatas están cerradas para evitar accidentes, pero la realidad es que ayer, no había protección alguna para impedir el paso.

Las deficiencias se pueden apreciar a simple vista: grietas de más de medio metro de longitud; barandillas sueltas por fallos en la base y esquinas de las rampas a punto de desprenderse. El concejal de Deportes, Elías Bendodo, admitió que las anomalías se detectaron hace varias semanas y que se encargó un informe de la situación a la empresa de mantenimiento, Ferroser, así como un estudio a la empresa que realizó el control de calidad de esta obra, Cemosa.

Esta última evaluó los desperfectos y emitió un informe alertando de que "las escaleras de acceso se habían separado del edificio unos milímetros y que habían perdido parte de su apoyo". Los técnicos de Cemosa aconsejaron que se cerraran las escaleras hasta que se procediera a su reparación, para "prevenir cualquier posible accidente debido a las usuales aglomeraciones de público en el tramo final de la escalera, así como para evitar un fallo mayor en la estructura de la misma". El grupo municipal del PSOE pidió ayer explicaciones al gobierno local sobre lo ocurrido. El edil de Deportes indicó que se habían dado instrucciones a la constructora para que subsanare de inmediato los desperfectos, aduciendo que las lluvias de los últimos días habían retrasado el inicio de las obras.

El palacio de deportes de Málaga se inauguró en septiembre de 1999 y a los 18 días se tuvo que clausurar por problemas de seguridad en la estructura del edificio. Estuvo ocho meses cerrado al público y el arreglo de las deficiencias tuvo un coste de 4,3 millones de euros, lo que originó posteriormente un enfrentamiento entre el consistorio y la empresa Ferrovial, adjudicataria de la obra, sobre quién se hacía cargo del pago de las reparaciones.

Desde el principio, los problemas en el palacio han tenido que ver con la deformidad del terreno donde se levantó. Los movimientos empezaron a manifestarse dos meses antes de la inauguración, coincidiendo con la conclusión de los trabajos de relleno en la zona perimetral del pabellón para subir la cota cinco metros de altura.

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