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PARA EMPEZAR

Eliminar los cables

CABLEADOS

Cuando se instala un ordenador de sobremesa es inevitable la aparición de los cables de conexión colgando por detrás de él. Algunos son imprescindibles, como el de la toma de corriente de la CPU (ordenador) y de la pantalla (o monitor). Otros, como la conexión de la tarjeta de vídeo y la pantalla, no se pueden evitar, salvo que sea la propia pantalla la que contenga la CPU (hay algunos modelos). Lo mismo puede ocurrir con los altavoces, el ratón, el teclado y, en general, con cualquier aparato externo que se quiera conectar al ordenador. Cuando se trata de un portátil, la situación se reduce drásticamente. La pantalla, la CPU, el teclado y el ratón (o cualquier elemento táctil que lo sustituye) forman una unidad compacta. Sólo el cable de alimentación y los aparatos externos tendrían que enchufarse.

INALÁMBRICOS

Por suerte, evitar muchos de estos cables empieza a estar cada día más al alcance de la mano. El desarrollo de las tecnologías inalámbricas está en pleno auge. Cada vez son más rápidas y más potentes, permiten mayor cantidad de transmisión de datos y a mayor distancia y los precios son cada vez más competitivos.

Desde las conexiones por infrarrojos hasta las más sofisticadas ondas de radio, todos los aparatos son suceptibles de conectarse entre sí sin utilizar un cable. Los teléfonos móviles son el ejemplo más claro, pero, además de los ordenadores, las impresoras, las agendas electrónicas, las cámaras de fotografía digital, hasta las lavadoras o el frigorífico se pueden controlar sin necesidad de cables y a distancia.

IrDA

Todos recordamos los primeros mandos de la televisión y del vídeo que funcionaban por ultrasonidos. Esta tecnología prácticamente ha desaparecido en beneficio de los rayos de luz infrarroja. Esta tecnología es muy eficaz en este tipo de aparatos, aunque tiene algunos inconvenientes importantes; no puede haber obstáculos entre la fuente emisora y la receptora que no permitan la transmisión de haz de luz y que la distancia entre ellos no sea excesiva.

En las conexiones por infrarrojos, conocidas por las siglas IrDA, se emite un rayo de luz infrarroja que no es visible para el ojo humano por lo que, aquellos que lo llevan, sólo se distinguen por un pequeño rectángulo acristalado generalmente de color rojo o verde oscuros.

Los usos más típicos son la conexiónes entre el teléfono móvil, el ordenador portátil, o las agendas personales (PDA). Se pueden conectar cualquiera de ellos entre sí e, incluso, llegar a montar toda una red basada en infrarrojos, aunque esta última posibilidad requiere de aparatos muy sofisticados reservados a entornos profesionales. Con la tecnología IrDA eliminamos el cable que conecta el teléfono móvil con el ordenador y/o la agenda.

BLUETOOTH

Otra tecnología son las ondas hercianas o radioeléctricas, las grandes triunfadoras en la batalla para evitar los cables. Las hay de corto y largo alcance y de muy distintos protocolos, o dicho de otra manera, distintas formas de entenderse entre sí. En las distancias cortas, la más utilizada es Bluetooth. Aunque su alcance máximo es de 100 metros, sólo se utilizan las de cortísimo alcance, menos de 10 metros, ya que el consumo eléctrico aumenta rápidamente con una mayor potencia de recepción o transmisión.

Este estándar, de hecho, ya ha sido acogido por la mayoría de fabricantes, con lo que todos sus aparatos, al hablar el mismo lenguaje, son compatibles entre sí.

La velocidad máxima de transferencia de datos es de 1 Mbps (un megabite por segundo) y es el sistema más empleado en los auriculares de teléfonos móviles y para eliminar los cables de los ratones y los teclados de ordenador. Como cada vez tienen un precio más bajo, tener la mesa de trabajo limpia, sin cables, ya está al alcance de todos.

WI-FI

Ya hemos eliminado el cable que comunica el ordenador con el móvil o la agenda (IrDA) y también los cables que unían el ordenador con su ratón y su teclado (Bluetooth). Las baterías ya eliminaron el enchufe a la corriente electrica. Pero aún quedan otras cosas. La más importante es la conexión a Internet o a cualquier otro tipo de redes. Y para esto apareció la tecnología Wi-Fi (Wireless Fidelity), nombre que se ha convertido en un genérico al hablar de todas las tecnologías basadas en el estándar IEEE 802.11.

Sus grandes ventajas son que alcanza hasta 300 metros sin obstáculos y, según la versión, puede llegar a transmitir hasta 54 Mbps (megabit por segundo). Conectando un emisor Wi-Fi al módem o router, todos los ordenadores, fijos y portátiles, que tengan una tarjeta Wi-Fi, formarán parte de una red común y accederán a Internet desde cualquier punto que esté dentro del radio de acción del emisor. Por ejemplo, si tiene una conexión ADSL con Wi-Fi en casa, sólo necesita una tarjeta receptora en cada ordenador para estar conectado, y si éste es portátil, puede moverse de habitación en habitación sin perder la conexión. ¡Y sin cables!

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