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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Elem Klímov, cineasta ruso

Elem Klímov falleció el domingo pasado en el Hospital Clínico Central de Moscú, a los 70 años. El famoso director de cine ruso, después de sufrir un derrame cerebral, pasó el último mes y medio en coma, sin que los mejores médicos del país lograran devolverlo a la vida. Pertenecía a la generación de "niños de la guerra" junto con Andréi Tarkovski, Vasili Shukshín y Larisa Shepitkó, esposa de Klímov. El destino de todos fue trágico: Shepitkó murió a los 40, Shukshín a los 45, Tarkosvki a los 54. Klímov dirigió sólo cinco películas de argumento, cada una de las cuales causó sensación en su época. Además, junto con Marlén Jutsíyev, terminó la película del legendario Mijaíl Romm, Y a pesar de todo, creo, y filmó el documental Larisa, sobre su esposa, que pereció en un accidente automovilístico. Su última película, que ganó el Festival Internacional de Moscú, es Anda y mira, con guión escrito en conjunto con el novelista bielorruso Alés Adamóvich. Algunos críticos consideran que se trata de la más terrible y cruel película sobre la guerra de toda la historia del cine. Fue filmada en 1985, el año que comenzó la perestroika de Mijaíl Gorbachov. Y Klímov se lanzó al mar de las reformas, convirtiéndose, hasta 1989, en presidente de la Unión de Cineastas, la que en aquella época desempeñó un importante papel político de apoyo a las transformaciones de Gorbachov.

Elem Klímov había nacido el 9 de julio de 1933, en Stalingrado, hoy Volgogrado. En 1957 se diplomó en el Instituto de Aviación de Moscú, pero no se consagró a construir aviones, sino que comenzó a trabajar en la radio y la televisión soviéticas, para luego ingresar en la Facultad de Dirección del Instituto Cinematógrafico. Su primer largometraje, una sátira con el título de Bienvenido o prohibido el paso a personal no autorizado, lo rodó en 1964. Luego vinieron Aventuras de un médico y, en 1974, Agonía, sobre Rasputin y la víspera de la revolución de febrero de 1917. La cinta fue prohibida por el régimen soviético y pudo ver la luz sólo en 1985, año en que ganó el Premio Fipressi en el Festival de Venecia. En 1971 terminó Despedida, comenzada por su esposa antes de morir. Desgraciadamente, sus posteriores planes no llegaron a concretarse: quiso filmar Los Demonios, basado en la obra de Dostoievski, pero el Comité Estatal de Cine rechazó la idea; tampoco pudo rodar El Maestro y Margarita, la obra de Bulgákov. Luego no supo, no quiso o no pudo adaptarse a los nuevos tiempos; su obra se quedó en la URSS: fue el último director de la época soviética, pero sus películas le sobrevivieron, y seguramente muchas más.-

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