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Crónica:FÚTBOL | Octava jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valladolid frena en seco al Athletic

El cuadro de Fernando Vázquez se reencuentra consigo mismo ante un adversario desafortunado

El Valladolid frenó en seco a un Athletic que llevaba cinco jornadas sin perder en lo que aparentaba ser una buenísima oportunidad para seguir engordando un expediente de nota. Los de Ernesto Valverde cayeron, y con estrépito, delante de un rival que contaba sus tres últimos partidos por derrotas, que recibe un montón de goles y que veía cómo Fernando Vázquez comenzaba a estar cuestionado. El Valladolid pasó por encima del Athletic, le marcó dos goles y se pasó la hora y media merodeando la portería de Aranzubia.

Vázquez colocó una alineación sorprendente con dos mediapunta, Sousa y Óscar, y un solo medio centro, toda una declaración de intenciones. El Athletic tuvo que retrasar la posición de Tiko y ahí comenzó a perder el partido, poco a poco al principio y sin remedio a partir del primer gol. Las ocasiones y el peligro tardaron sólo un cuarto de hora en llegar. Óscar había esprintado un par de veces entre los centrales y colocado a la defensa bilbaína en estado de excepción, pero el chollo estaba en la banda derecha, donde Del Horno se vio sobrepasado por Torres Gómez y Sales y por el añadido de Sousa de vez en cuando.

VALLADOLID 2 - ATHLETIC 0

Valladolid: Bizarri; Torres Gómez, Peña (Caminero, m. 65), Julio César, Marcos; Jesús, Sousa (Zapata, m. 75); Sales, Óscar (Ricchetti, m. 59), Chema; y Makukula.

Athletic: Aranzubia; César, Lacruz, Karanka, Del Horno; Iraola (Merino, m. 46), Gurpegi, Tiko, Javi González (Ezquerro, m. 46); Etxeberria y Urzaiz (Jonan García, m. 66).

Goles: 1-0. M. 16. Torres Gómez centra desde la derecha, Chema cabecea al larguero, el balón bota sobre la línea y Sousa remacha.

2-0. M. 54. Centro de Sousa, Makukula remata, Del Horno despeja en la raya y el asistente y el árbitro conceden el tanto.

Árbitro: Lizondo Cortes. Amonestó a Torres Gómez, Etxeberria, Sousa, Ricchetti y Sales.

Unos 14.000 espectadores en el estadio Zorrilla.

El Valladolid encontraba cura a todos sus males y el Athletic ni se acercaba a la portería de Bizarri. El primer disparo que obligó a éste a esmerarse llegó casi al borde del descanso y a Valverde le tocaba trabajar en el descanso. Ezquerro suplió a Javi González, que se pasó todo un tiempo extrañado por jugar en la izquierda, y Merino entró para liberar a Tiko. Pero el Athletic era una calamidad y el Valladolid volvió a sacar partido de su velocidad y de la necesidad de los puntos. Casi una docena de ocasiones generó en solo media parte y, paradójicamente, el gol llegó en un cabezazo que Del Horno despejó aparentemente sobre la línea de gol. El asistente echó a correr hacia el centro del campo y el arbitro concedió el gol.

Valverde volvió a intentar un cambio de rumbo y sustituyó a Urzaiz por Jonan García visto que los balones aéreos se los quedaban siempre los centrales rivales, pero lo que ocurrió fue que el Valladolid se había reencontrado consigo mismo, con su forma tradicional de jugar, con los contragolpes meteóricos que acertó a montar Sousa, y el Athletic no se llevó una goleada de escándalo porque Sales no acertó nunca con el último pase y porque Makukula echó fuera todas las oportunidades que tuvo menos una.

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