Los pretorianos de Mas

Atrás han quedado los tiempos en que Pere Esteve, quien fuera secretario general de Convergència Democràtica (CDC), reunía a toda la tropa convergente para explicar, con lujo de detalles, el contenido del programa electoral y la estrategia de campaña.

Ahora, una discreción rayana en el secretismo es la regla de oro del equipo de campaña del candidato de Convergència i Unió (CiU) a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas. Un equipo que lleva a veces la prudencia hasta la desconfianza: hacia los propios dirigentes que preguntan demasiado, hacia posibles filtradores.

Así, por ejemplo, los consejeros nacionales de CiU conocieron el programa electoral dos días antes de tener que aprobarlo. Se les remitió desde el partido a su correo electrónico personal con una clave que imposibilitaba imprimirlo o reenviarlo. El documento tan sólo incluía las líneas maestras del programa, pues las propuestas concretas, que la dirección desgrana paulatinamente en calculadas conferencias de prensa, las conocen media docena de personas.

El equipo lleva la prudencia hasta la desconfianza: hay dirigentes que preguntan demasiado

Este estilo tiene una raíz amical. David Madí, Oriol Pujol Ferrusola y Francesc (Quico) Homs, la guardia pretoriana de Mas, son íntimos. Compartieron adolescencia en los veraneos de Sant Feliu de Guíxols. Enarbolaron las pancartas de Freedom for Catalonia durante los Juegos Olímpicos. Militaron en la FNEC, el sindicato de estudiantes nacionalistas, pero nunca se integraron en las juventudes convergentes. Accedieron en bloque a la Administración catalana, y apuestan por las posibilidades de Mas -con quien han trabajado codo a codo- para acceder a la presidencia de la Generalitat.

Con esos apoyos y esa pétrea cohesión interna, ¿quién objetaría sus manuales de campaña? Sólo Artur Mas y, en menor medida, Jordi Pujol, o el presidente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.

Estas son las elecciones del conseller en cap y es él quien debe ganarlas o perderlas.

Los otros componentes del equipo expresan su opinión, plantean propuestas, incluso las defienden, a veces. Pero la última palabra la dice Mas, aconsejado por Madí, Homs y Pujol Ferrusola. Este último no forma parte del equipo de campaña propiamente dicho, pero su enorme peso se apoya en que el entorno familiar del presidente fue decisivo para aupar a Artur Mas como delfín. La fidelidad se recompensa: Oriol Pujol y Quico Homs figuran en la lista de CiU al Parlament en puestos de segura elección. Homs, por expreso deseo de Artur Mas, y David Madí podrá continuar en el partido en caso de derrota electoral.

Muchos discuten las maneras de actuar de este compacto y celoso equipo, pero ya se verán sus resultados. De momento, la enorme ventaja que hace un año separaba en las encuestas al socialista Pasqual Maragall del candidato convergente se ha reducido sensiblemente. El jefe de filas ya es más conocido y su candidatura se ha afianzado, lo que más de un dirigente del mismo partido creía inverosímil a principios de año.

Esta línea suavemente ascendente ha durado sin vaivenes hasta el único patinazo del conseller en cap, su propuesta de selecciones deportivas mixtas catalano-andorranas. Pero la idea andorranista no partió de los muchachos del equipo de campaña.

Éste se reúne diariamente. Y a la tripleta básica se les suman Pere Macias, secretario general adjunto de CiU; Lluís Coromines, secretario de organización de CDC; Marta Llorens, secretaria general de Unió, y el también democristiano Josep Maria Pelegrí, consejero de Gobernación y secretario de organización.

El grupo elabora casi a diario el argumentario que se distribuye a todos los dirigentes. Nadie osa cuestionarlo. Incluso Duran Lleida lo recita de cabo a rabo, cuando en las elecciones municipales lo ignoraba.

Pero el cañón Berta de la campaña nacionalista es el peso de la propia Administración autonómica. Quico Homs y Oriol Pujol se dedican a tiempo completo al partido desde hace sólo 15 días. Homs trabajaba en el mismo Palau de la Generalitat como director general de Asuntos Interdepartamentales y Pujol Ferrusola era el número dos del Departamento de Industria y Trabajo. David Madí lleva más tiempo fuera de Presidencia, desde su dimisión por el asunto de las encuestas oficiales.