Romero, nuevo director general de Caja San Fernando

El Consejo de Administración de Caja San Fernando aprobó ayer por unanimidad la destitución del hasta ahora director general de la entidad, Enrique García Ledesma, un hombre próximo al anterior presidente de la caja, Juan Manuel López Benjumea. El sucesor será José María Ramírez, una persona que ha hecho la mayor parte de su carrera en la Administración como inspector de Hacienda. El sindicato Comisiones Obreras, que en 2001 firmó con el PSOE e IU un acuerdo para controlar las cajas de Sevilla (El Monte y San Fernando), se abstuvo en la votación de Ramírez.

El presidente de Caja San Fernando, Alfredo Pérez Cano, consiguió el apoyo de todo el consejo para su primera propuesta, "la remoción" de García Ledesma. En su intervención ante el consejo, Pérez Cano prefirió orillar la pérdida de confianza en García Ledesma, para hacer hincapié en que la caja tiene por delante numerosos retos por delante que hacen necesario el cambio. El presidente de la entidad destacó que el relevo permitirá abordar "un proyecto más ambicioso" y "adaptar la caja al futuro".

Aunque hubo vocales que hicieron matices sobre las formas y preguntas sobre si ha habido un detonante para la destitución, Pérez Cano logró el apoyo de todo el consejo en este punto.

El segundo punto, la propuesta de José María Romero como próximo director general de la entidad, fue harina de otro costal. Pérez Cano destacó el currículum de Romero (nacido en 1952), quien ha ejercido la mayor parte de su vida profesional en el Ministerio de Hacienda como inspector fiscal. Entre 1986 y 1995 fue inspector jefe de la Delegación de Hacienda en Sevilla y en la actualidad era el jefe de la unidad de inspección de grandes empresas. Además de haber sido profesor universitario de Macroeconomía, Romero fue secretario general técnico de la Consejería de Economías en 1984, puesto en el que estuvo seis meses.

Tras un debate con distintas intervenciones, hubo tres votos en contra del nombramiento de Romero (dos vocales del PP y el de un impositor) y la abstención del vicepresidente ejecutivo de la caja, Aurelio Garnica, en representación de CC OO.

Éste abstención fue el hecho más sorprendente del consejo, toda vez que Comisiones Obreras firmó en 2001 un acuerdo con PSOE e IU que permitió la salida de los anteriores presidentes de El Monte y San Fernando y el que la izquierda pudiese controlar las dos entidades sevillanas.

Fuentes del consejo explicaron que el vocal del PP Luis García Navarro subrayó que Romero no era ni una persona de la casa ni procedía del sector financiero. Estas fuentes añadieron que el representante de Comisiones también puso pegas a que Romero no pertenezca al sector financiero y manifestó que la situación de la caja requería haber completado el equipo directivo de la entidad.

"Un cura o un seminarista"

Pérez Cano defendió a capa y espada el perfil profesional y la trayectoria de Romero y añadió que hubiese entendido las críticas si hubiese llevado como propuesta a "un cura o a un seminarista", según fuentes del consejo. Estas fuentes añadieron que en algún momento de su intervención, el presidente de la caja hizo mención a que le hubiese gustado haber encontrado a una mujer para el cargo.

Pese a su abstención, CC OO envió luego un correo electrónico a los trabajadores de la caja en el que, además de detallar los motivos de su abstención, destaca que si el nuevo director general es capaz de crear equipo y motivar a la plantilla "podrá contar con el apoyo" del sindicato.

El vocal del PP García Navarro cuestionó ayer la capacidad de Pérez Cano para dirigir la caja y dijo que el nombramiento de Romero obedece a una "orden de San Telmo", sede de la presidencia de la Junta. Por su parte, Javier Rosaleny, de CC OO, consideró "insuficiente" la destitución de García Ledesma y reclamó un equipo profesional, informa Europa Press.