Los candidatos reprueban que Gallardón deje obligaciones financieras a su sucesor

Los tres candidatos a gobernar la Comunidad rechazan el pacto alcanzado entre el presidente en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón, y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, para que la Comunidad destine 18 millones de euros a construir una estación de cercanías en Alonso Martínez. El aspirante socialista, Rafael Simancas, exigió que "ese acuerdo verbal no se ratifique antes de que haya un nuevo presidente". Esperanza Aguirre, candidata del PP, considera que esta decisión debe tomarla el "Gobierno que salga de las urnas". Fausto Fernández (IU) calificó el acuerdo de inmoral.

El alcalde y presidente de la Comunidad en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón, llegó el pasado jueves a un acuerdo con el ministro Álvarez-Cascos relativo a la financiación de la nueva estación de cercanías de Alonso Martínez. Según ese "acuerdo verbal", ésta será financiada por Fomento (55%), la Comunidad (30%), y el Ayuntamiento de Madrid (15%). El proyecto cuesta unos 60 millones de euros, lo que supone que la Comunidad tendría que hacerse cargo de 18 millones de euros y el Ayuntamiento de otros nueve.

Los principales candidatos a la presidencia de la Comunidad se manifestaron ayer en contra de este pacto alcanzado por Cascos y Ruiz-Gallardón. La candidata popular, Esperanza Aguirre, aseguró que "la aportación para la construcción de la estación debe decidirla el Gobierno que salga elegido de las urnas el próximo 26", no el Ejecutivo en funciones. Aguirre se mostró, sin embargo, a favor de la construcción de esta estación que, en su opinión, "permite enlazar la red de metro con la red de cercanías".

Inicialmente, Álvarez-Cascos tenía previsto que esta obra, incluida dentro del nuevo túnel de la risa que unirá Atocha con Chamartín, fuese financiada por la Comunidad y el Gobierno central, pero las cuentas no salían. El candidato socialista, Rafael Simancas, aseguró que "los compromisos adquiridos por un Ejecutivo en funciones no pueden ni deben compromer a un futuro Gobierno".

Simancas, además, acusó a Ruiz-Gallardón de "incumplir flagrantemente" su compromiso de tramitar únicamente "asuntos ordinarios" mientras estuviera al frente de un Gobierno en funciones. Esto significaba no legislar ni elaborar presupuestos. Es decir, todo quedaría congelado hasta que hubiera un nuevo Gobierno salido de las urnas.

Sin embargo, fuentes del equipo de Gobierno provisional sostienen que "no existe ningún problema" para comprometer el gasto de la nueva estación de Alonso Martínez. El candidato socialista aseguró que, en caso de que este pacto Cascos-Gallardón se firme antes de la proclamación de un nuevo presidente, se reserva la posibilidad de "romperlo". Eso es lo que Simancas haría si es él quien accede a presidir el Ejecutivo regional.

El candidato de IU para presidir la Comunidad, Fausto Fernández, está totalmente de acuerdo con Simancas. Según Fernández, Ruiz-Gallardón se ha excedido en sus funciones. El cabeza de lista de IU sostiene que la tarea de un Ejecutivo como el que ahora encabeza Ruiz-Gallardón debe ser limitada: "Está para tramitar, no para tomar decisiones políticas que comprometan a la Administración, y menos para hacer regalos a Fomento". Según Fernández, "las amistades dentro del PP no se deben pagar con el dinero de los madrileños".

"Desconozco si es ilegal, pero que [Ruiz-Gallardón] tome una decisión como ésta en este momento es ética y políticamente impresentable", aseguró Fernández, quien acusó a Ruiz-Gallardón de pretender hacer "un guiño" a la capital tras haberla tenido "olvidada" durante sus dos mandatos como presidente regional.

Que pague el Estado

Simancas se mostró, además, en contra de "una obra que está mal diseñada y ejecutada". El cabeza de lista del PSOE recordó que Fomento "no ha realizado la declaración de impacto ambiental antes de iniciar las obras en la Puerta del Sol ni ha tenido en cuenta las molestias e inconvenientes que pueden acarrear". Además, Simancas recordó a Ruiz-Gallardón que "es precisamente el Estado quien le debe a Madrid más de 600 millones de euros" por el denominado plan Felipe y pidió al alcalde que en su lugar exija el pago de la deuda que el Gobierno central tiene con la Comunidad de Madrid.

El cabeza de lista del PSOE aseguró que no le parece bien que "Ruiz-Gallardón juegue con tres barajas a la vez en las manos: una, la del Ayuntamiento; otra, la de la Comunidad de Madrid, y la tercera, la de las relaciones internas dentro del Partido Popular de amistad o enemistad con Álvarez-Cascos".