El fiscal pide 17 años de cárcel por intento de asesinato para unos padres acusados de maltratar a su bebé
La fiscalía de Madrid reclama 17 años de cárcel para unos padres a los que acusa de propinar palizas y maltratar a su hijo de sólo dos meses. Ésta es una de las peticiones de pena más elevadas que plantea la fiscalía madrileña contra unos padres por maltrato a sus hijos en los últimos 10 años. El juicio contra Norma G. C., de 33 años, y Adrián Alberto G., de 35, naturales de Argentina, se iniciará hoy en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial.
Los hechos que describe el fiscal en su escrito de acusación, que han sido investigados por el Juzgado de Instrucción número 17, son sobrecogedores y revelan una sevicia inédita en unos progenitores. Por ello, el fiscal atribuye a ambos padres un delito de asesinato en grado de tentativa.
Según el fiscal, los acusados "tuvieron a su cuidado" a la hija de ambos, recién nacida, en el domicilio que compartían en la calle de Valmojado. Tras 54 días de vida, la niña fue ingresada en el hospital Clínico el 16 de febrero de 2002 (no se especifica quién la llevó al hospital) porque padecía fuertes convulsiones. Los médicos se quedaron perplejos cuando vieron que la chiquilla padecía múltiples golpes, fracturas costales múltiples, fractura de fémur y lesiones hemorrágicas e isquémicas cerebrales con distinto grado de evolución.
Operación urgente
Los médicos, al ver el estado de la menor y que su vida corría peligro, la llevaron al quirófano y decidieron intervenirla urgentemente. Para operarla, los cirujanos requirieron la preceptiva autorización judicial, ya que los padres habían dejado abandonada a la menor tras ser ingresada ésta en el hospital. Los facultativos llegaron a la convicción de que los causantes de tales golpes, que no se produjeron en un mismo día, sino desde que la niña había nacido, 54 días antes, habían sido los padres. El juez también lo dictaminó así tras concluir sus pesquisas. Uno de los mayores reproches a los padres es que, pese a la gravedad de las heridas que tenía la menor, no la hubiesen llevado antes al hospital.
Un informe psicológico reveló que la niña sufría un cuadro de "reacciones de miedo" a quien se acercaba a ella. Los psicólogos aconsejaron que se retirase la custodia de la niña a los padres y que se diese en adopción a una familia que le diera cariño y le hiciese perder el miedo. La niña le fue retirada a sus padres por la Comisión de Tutela del Menor de la Comunidad de Madrid el 26 de febrero de 2002, y desde entonces permanece en una residencia infantil.
La gravedad de las lesiones fue tal, que el fiscal explica: "La menor continúa en estado evolutivo con tratamiento médico rehabilitador, presentando gravísimas secuelas por severa atrofia cerebral, es incapaz de mantener sedestación y control cefálico y tiene problemas en sus extremidades". Según los médicos, fueron tales las lesiones sufridas por la niña que han de pasar tres años antes de poder evaluar cuál será su estado definitivo.
Según el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa y entiende que en los hechos concurre la agravante de parentesco.Además de los 17 años de cárcel, el ministerio público demanda que se inhabilite a los padres para el ejercicio de la patria potestad durante el tiempo de la condena. Asimismo, reclama que los padres indemnicen a su hija con 500.000 euros por las graves lesiones causadas y las secuelas que le han quedado, y también pide que paguen 54 euros por cada día que pasó la menor en el hospital.
En relación con estos hechos, en la actualidad se encuentra en prisión el padre de la niña. Los jueces han adelantado en lo posible la vista, a requerimiento del fiscal, para evitar tener que dejar en libertad al padre.
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