Juan Marsé regresa al Carmel

Juan Marsé nunca vivió en el Carmel. Pero si es cierto que la patria es la infancia, un trocito de la de Marsé está compuesta por este entramado de calles empinadas y estrechas recreado a menudo en sus libros. Cuando tenía "10 o 12 años", las subía a menudo para participar en guerras de piedras. "Los niños de entonces éramos muy bestias", recordaba ayer, sorprendido por la transformación de un barrio que ya no frecuenta, pero al que desde ahora le une un vínculo más: la nueva biblioteca, bautizada con su nombre. Fue inaugurada con amplia representación política (el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el presidente de la Diputación, José Montilla; el concejal de Cultura, Ferran Mascarell; el presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias...) y en presencia de Marsé, aunque el autor de Últimas tardes con Teresa evitó tanto como pudo el boato y prefirió charlar con la numerosa gente del barrio que se acercó al edificio en su primer día de puertas abiertas. "Hoy no es fiesta mayor porque todos sabemos que se celebra en julio, pero sí es fiesta grande en el Carmel", decía la concejal de Horta-Guinardó, Elsa Blasco.

"Siempre es un motivo de satisfacción que se inaugure una biblioteca pública, y más en este país, donde se lee poco", se felicitaba Marsé. "Me gusta recordar los años en que subía hasta aquí en busca de aventuras, y en los que no podía imaginar que tendría una biblioteca con mi nombre", aseguraba el escritor, que acaba de concluir la primera versión del guión de una película para Fernando Trueba, titulada provisionalmente El guardián del abismo. En cuanto acabe -"seguramente tendré que cortar el texto; los directores siempre creen que los guiones son demasiado largos"- piensa concentrarse en una nueva novela.

La biblioteca a la que Marsé da nombre (calle de Murtra, 135-145) ocupa una superficie de 2.392 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, y es obra de los arquitectos Paco Calbet, Roser Elias y Francesc GruartMoner. Se abre con un fondo de 37.500 documentos, y está especializada en novela contemporánea con temática o ambientación relacionada con la ciudad de Barcelona. El edificio, cuidadosamente integrado en el paisaje, dispone además de zona exterior de juegos infantiles, una cafetería y una espaciosa sala de actos dedicada a otro autor ligado al barrio, José María Valverde. Entre las primeras citas del programa de actividades del centro figuran una serie de conferencias y debates con la participación de Eduardo Mendoza, Maruja Torres, Manuel Vázquez Montalbán y Miquel de Palol, y una exposición sobre la Generación del 50 de la que es comisaria la escritora Carme Riera.

La intención es convertir la biblioteca en un polo de atracción para vecinos y foráneos de un barrio que, como evocaba Clos, se ha caracterizado siempre por su valentía y su carácter reivindicativo, y ayer volvió a demostrarlo. Un grupo de vecinos aprovechó el acto para reivindicar que el parque Tres Turons que se proyecta no implique la expropiación de viviendas.