Propuestas electorales sobre vivienda

El elevado precio de los bienes inmuebles, sobrevalorados en un 20%, es el principal problema para muchos sectores de la población, por lo que los políticos insistirán en él para reclamar el voto.

El precio de las viviendas se fija en el mercado inmobiliario por la relación entre las personas que quieren comprar y las personas que quieren vender; es decir, el punto de intersección entre la oferta y la demanda. Un exceso de demanda empuja al alza el precio hasta llevarnos a la situación actual. La propuesta de Artur Mas para solucionar el problema consiste en estimular aún más la demanda, exactamente pagando el 20% del precio de la vivienda. No sería extraño pensar que en pocos años el mercado inmobiliario reaccionará y el precio de la vivienda subirá aún más, tanto como se subvencione la compra. A su vez, el PP propone ayudas para la entrada del piso, lo cual incentiva, de nuevo, la compra. ¿Coincidencia? ¿A quién favorece esta medida realmente? Los vendedores seguirán vendiendo pisos, y los bancos seguirán hipotecando nuestras vidas. Ante este problema, un político de derechas, que defiende los intereses del capital, elige actuar sobre la demanda de pisos. Un político de izquierdas, si es que hay alguno, elige defender los intereses de las personas y actuar sobre la oferta.

Los recursos públicos deben ir dirigidos a políticas que influyan sobre la oferta, todo ese dinero puesto en la calle en forma de pisos. Si la Generalitat comprara terreno, construyera pisos de calidad estándar y los vendiera a precio de coste los posibles compradores podrían optar por comprar uno de estos pisos a un precio determinado o comprar un piso de idénticas características construido por la iniciativa privada a un precio mayor. En una situación así está claro qué piso iba ha ser elegido. El coste para las arcas públicas sería nulo, porque con la venta de los pisos se recuperaría el 100% de los recursos. Tendríamos el mercado inmobiliario inundado de pisos a precio de coste, necesariamente se ajustaría el precio a la baja y se aliviaría este problema. Todo ello a coste cero para la Administración. ¿Por qué no he escuchado una sola iniciativa de este tipo? ¿Dónde está la izquierda política?