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Telefónica recomprará acciones por 4.000 millones para subir la cotización

La operadora pretende garantizar una rentabilidad anual del 7% entre 2003 y 2006

Ramón Muñoz

Telefónica quiere seguir mimando a sus más de 1,6 millones de accionistas. Su presidente, César Alierta, anunció ayer que el grupo comprará acciones propias por valor de 4.000 millones de euros hasta 2006 con el fin de retirarlas del mercado y hacer subir así la cotización. La medida se une a la ya anunciada de dedicar 6.000 millones de euros al pago de dividendo (0,4 euros por título) en los próximos tres años. El objetivo es garantizar al accionista una rentabilidad del 7% anual en 2003-2006. Pese al anuncio, la acción cayó ayer un 1,46%.

La III Conferencia de Inversores de Telefónica, en la que han participado 400 analistas financieros de todo el mundo, ha supuesto la puesta de largo para César Alierta, que ha asumido todo el poder en la compañía, tras la salida del consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, que le arropó en las anteriores reuniones en Río de Janeiro y Sevilla.

Alierta necesitaba lanzar un mensaje claro a los mercados que definiera su estilo personal de gobernar el grupo y marcara distancias sobre la agitada etapa anterior de Juan Villalonga, cuya herencia le ha tocado administrar.

Y el presidente de Telefónica ha apostado por lo seguro apelando al bolsillo del accionista. Ayer anunciaba que el grupo dedicará al menos 4.000 millones de euros a la compra de acciones propias. La medida, conocida como amortización de autocartera, consiste en aprovechar el precio bajo de los títulos para adquirirlos en Bolsa como un inversor más y retirarlos del mercado. Es decir, al disminuir el número de acciones, se supone que el valor total de la compañía se reparte entre menos títulos y la cotización sube.

El 7,5% del capital

Al precio de 10,78 euros a que cerró ayer Telefónica, los 4.000 millones de euros suponen el 7,5% del capital total de la compañía. No obstante, la compra de los títulos no se hará de golpe, sino mediante "adquisiciones selectivas siempre que el precio de las acciones sea atractivo", señalaron fuentes de la compañía. La medida va justo en la dirección contraria de la aplicada hasta ahora, las ampliaciones gratuitas de capital, que comenzó llevando a cabo Villalonga, pero que se han continuado realizando hasta este ejercicio.

En último término, la compañía quiere con esta medida y el anunciado pago del dividendo, garantizar una rentabilidad del 7% anual en los próximos cuatro años (2003-2006), lo que supondrá un desembolso de 11.400 millones de euros, equivalente al 21% de la capitalización bursátil de la compañía.

El cálculo de esa cifra se desglosa en los siguientes conceptos: el pago de dividendos por 7.200 millones de euros, 1.200 millones el presente ejercicio (a razón de 0,25 euros por acción), y 2.000 millones en cada uno de los tres años siguientes (0,40 euros por título); la recompra de acciones, que ya ha comenzado este año, con 200 millones de euros, a los que se sumarán ahora los 4.000 millones anunciados por Alierta.

¿Y de dónde va a sacar los fondos para hacer frente a este desembolso? Con los 27.000 millones de flujo de caja que la compañía piensa generar hasta 2006. Esta cifra, en la que se ha insistido machaconamente durante los dos días que ha durado la conferencia, tiene un matiz: en realidad, los compromisos firmes son sólo por 15.000 millones, que además de la retribución al accionista se emplearán en garantizar los costes del recorte de personal previsto (15.000 empleados en España y 6.300 en Latinoamérica).

Los otros 12.000 millones de euros dependen de la "flexibilidad estratégica", es decir, de la evolución del negocio. Si finalmente se consiguen se dedicarían a la expansión, y no se descarta alguna compra, principalmente en el área de móviles o en Latinoamérica, pero no de mucho relieve.

Caída de la cotización

El anuncio de la recompra de acciones provocó justamente la reacción contraria de la esperada: la cotización retrocedió un 1,46%. La explicación que ofrece la compañía es que algunos analistas habían aventurado que la amortización de autocartera se iba a hacer con carácter inmediato y por eso han reaccionado tarde a la "buena noticia", señalaron fuentes de la operadora. Alegan que, tras la suspensión de la cotización de Telefónica, la caída llegó al 2,65% y, se recuperó hasta el cierre de la sesión. En lo que va de año, los títulos se han revalorizado un 26,38%.

Por su parte, el presidente ejecutivo de Telefónica Móviles, Antonio Viana-Baptista, anunció que la filial invertirá hasta 2006 unos 2.850 millones de euros, de los que 1.000 se dedicarán al desarrollo del UMTS.

César Alierta, durante su encuentro de ayer con los analistas.
César Alierta, durante su encuentro de ayer con los analistas.EFE

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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