El Villarreal apea al Alicante en el minuto 93 y de penalti
La ley del mínimo esfuerzo pudo costarle muy cara al Villarreal, que eliminó al Alicante merced a un penalti marcado por Víctor en el minuto 93. Los pronósticos pudieron derrumbarse de nuevo en el Rico Pérez, escenario el año pasado de las hazañas de dos modestos, el Alicante (eliminó al Valencia y al Espanyol) y el Hércules (apeó al Villarreal). Pero ayer imperó la lógica, aunque ésta estuvo a punto de derrumbarse.
Al Villarreal le bastó esta vez una actuación indolente para apagar las ilusiones de un segunda b. Aún reciente su papel en 2002, el Alicante fue superior al grupo de Benito Floro, quien no se anduvo con tonterías: alineó a sus primeras espadas, pero éstos firmaron un encuentro mediocre.
ALICANTE 1 - VILLARREAL 2
Alicante: Chema; Green, Íñigo, Torres, Samuel; Velasco, Luque (Agulló, m. 71), Mantecón, Chechu (Sendoa, m. 56); Juli y Asensio (Morante, m. 73).
Villarreal: López Vallejo; Venta, Ballesteros, Quique Álvarez (Verza, m. 87), Arrubarrena; Coloccini, Martí; Guayre, Riquelme (José Mari, m. 80), Roger (Víctor, m. 46); y Anderson.
Goles: 0-1. M. 50. Riquelme marca desde fuera del área con un tiro a la escuadra. 1-1. M. 79. Sendoa, de falta. 1-2. M. 93. Víctor, de penalti.
Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Roger, Venta, Agulló, Quique Álvarez, Torres, Samuel y Guayre.
Unos 4.000 espectadores en el Rico Pérez.
Mientras el Villarreal deambuló por el campo sin saber muy bien a qué atenerse, el Alicante puso toda la carne en el asador desde el arranque. Por ejemplo, Juli exprimió sobre el césped del Rico Pérez todo el descaro que tiene su fútbol. Cuando no le tiró un túnel a Venta, trató de hacerle un autopase de espuela a Arruabarrena o un recorte en seco a Ballesteros. A Juli se le vio fresco, en su salsa, con ganas de agradar. Para él, como para el resto del Alicante, el partido supuso un inmejorable escaparate donde presentar su valía y, si las cosas salían bien, recrearse hoy con su gesta. Eso hicieron el año pasado cuando eliminaron al Valencia y al Espanyol. Y eso pretendían ayer.
El Villarreal, por su parte, no supo cómo hincarle el diente al encuentro. Su primer tiro con cierto peligro se produjo en el minuto 33. Fue Riquelme, tras una pared con Coloccini, quien puso al meta del Alicante en guardia, pero éste ni siquiera tuvo que intervenir, pues la pelota pasó medio metro por encima del larguero.
Recién empezada la segunda parte, Riquelme marcó con una parsimonia asombrosa un golazo desde fuera del área que superó a Chema. Lejos de borrarse, el Alicante se lanzó a por el empate con la misma convicción con que afrontó el choque. El premio lo obtuvo a falta de un cuarto de hora: Sendoa marcó de golpe franco. Cuando todo apuntaba a que el partido estaba abocado a la prórroga, el árbitro pitó un riguroso penalti en el minuto 93 por un agarrón a Anderson. Víctor tumbó, entonces, las ilusiones de un Alicante que mereció algo más.
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