El PNV abre la primera vuelta para la elección de su presidente

El PNV abrió ayer la primera vuelta en su proceso electoral para la renovación de su Ejecutiva nacional. A partir de ahora, las juntas municipales deberán proponer sus candidatos a la presidencia del partido. En esta segunda fase, para que un militante alcance la condición de candidato a la presidencia debe cumplir dos requisitos: contar con el apoyo de un mínimo de tres organizaciones locales y aceptar la propuesta de entrar en liza por el cargo. Este es el sistema que va a elegir el actual portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz.

El portavoz de la dirección, Joseba Egibar, y el actual presidente de la Ejecutiva peneuvista, Xabier Arzalluz, entre otros, fueron propuestos por el sistema de recogida de firmas (un mínimo de 100) entre los militantes, pero deben tener también el respaldo de tres juntas.

La Comisión de Garantías y Control, un órgano interno cuyos miembros son elegidos cada cuatro años, velará por la limpieza del proceso. La comisión ha comprobado que las firmas que han respaldado a Arzalluz y Egibar pertenecen a militantes del PNV. Y deberá confirmar que los candidatos propuestos aceptan luchar por el cargo. La segunda vuelta tendrá lugar entre el 1 y el 31 de diciembre. Hasta ahora, Arzalluz no ha querido desvelar sus intenciones, aunque algunos sectores le atribuyen un papel de canalizador del proceso, que culminará el próximo 18 de enero con la elección del presidente y el 31 de enero con la elección de los 8 nuevos miembros de la Ejecutiva nacional.

Fuentes del PNV aseguran que se prevé una "fuerte renovación" en la dirección, ya que se está produciendo una toma del poder por parte de la "nueva generación de dirigentes", algo que no deja de levantar suspicacias entre la "vieja guardia". Algunos reservan a Arzalluz el papel de catalizador del proceso, después de que él mismo dijera que a sus 70 años "no era serio" seguir dirigiendo el PNV. Y si fuera necesario mantendría en primera instancia su candidatura. [El lehendakari Ibarretxe explicó que el abrazo que le tributó a Arzalluz en el Alderdi Eguna pretendía trasladar que "no solamente nos reconocemos desde el punto de vista político sino que nos apreciamos" personalmente].