Barcelona y las movilizaciones por la paz
Tras unas fiestas de la Mercè que este año el consistorio barcelonés quiso dedicar al tema de la paz, pero que de hecho no se diferenciaron mucho de las fiestas de años anteriores, miles y miles de personas salieron el pasado sábado a la calle en Barcelona para manifestarse bajo la lluvia en contra de la ocupación de Irak y en favor de la paz en Palestina. Manifestaciones que también tuvieron lugar en otras ciudades del mundo y, pese a que no congregaron las multitudes de hace unos meses, tal como han reconocido las organizaciones pacifistas, eran sólo las primeras de las que se convocan tras la pausa estival y en el nuevo escenario que se vive en Oriente Próximo: el fracaso de la Hoja de Ruta para Palestina y una ocupación de Irak que resulta mucho más compleja, mientras el país se desangra y camina hacia la libanización.
Barcelona acoge numerosos encuentros sobre los conflictos que azotan al mundo: Irak, Afganistán, Palestina...
Durante las fiestas de la Mercè se pudo ver en la plaza de Catalunya una amplia exposición fotográfica de las movilizaciones que tuvieron lugar durante la guerra de Irak. Las cuales, por su magnitud, hicieron que Bush padre llegara a decir que eran los estadounidenses quienes debían dirigir su política exterior y no la gente de Barcelona. Esta ciudad pronto afrontará el reto del Fòrum 2004 sobre multiculturalidad, diálogo y paz, pero sin que sus organizadores del evento fueran capaces en su día de condenar la guerra de Irak, dado que al menos una de las instituciones que lo sufragan apoyaba totalmente la ocupación del país. Para Barcelona, al igual que ocurre en muchos otros municipios de Cataluña, los conceptos de multiculturalidad, diálogo y ciudadanía no son ahora motivo de un debate abstracto, sino una realidad con la que se convive en la escalera de vecinos, en la escuela de los hijos -que si es pública acogerá casi en exclusiva a los inmigrantes del barrio- y en el trabajo, donde desde la hostelería hasta el servicio doméstico y la construcción siguen funcionando gracias a la llegada estos últimos años de cientos de miles de inmigrantes.
Pero estos días Barcelona, al margen de la Mercè y del Fòrum, está acogiendo numerosos encuentros sobre los conflictos que azotan al mundo. En el mismo Saló de Cent, Francesc Vendrell, que en su día fue representante de la ONU en Afganistán y ahora lo es de la Unión Europea, dio una magnífica conferencia sobre la situación de ese país, que, al no llegar la ayuda que Occidente prometió, ha quedado en su mayor parte controlado por los señores de la guerra y va camino de triplicar la producción de opio que había en tiempos de los talibanes. También estuvieron en Barcelona el pasado viernes, invitados por la Fundación por la Paz, representantes de grupos sociales de Palestina e Israel que se oponen a la política de Sharon y unidos luchan por la paz. La feminista palestina Amneh Badran, que recibió hace un año el galardón de la Fundación Comín, volvió a emocionarnos denunciando la política de Sharon, que ahora encierra a los palestinos dentro de un muro que pretende hacer inviable un Estado palestino. Por último, Gervasio Sánchez, maestro de maestros del fotoperiodismo humanitario, recordó el pasado miércoles 1 de octubre en el Caixafòrum, junto con otros especialistas, que las minas antipersona que se sembraron en los años noventa siguen allí, matando día tras día.
Muchos nos tememos que el Fòrum de les Cultures terminará con unas solemnes conclusiones pactadas por la organización con algunos premios Nobel y que, como ocurrió cuando Bush, Blair y Aznar decidieron en las Azores la invasión de Irak, no podrá condenar suficientemente la guerra de Irak o calificar por su nombre lo que ocurre en Palestina. Pero entonces, aunque algunos pidan a los ciudadanos que nos limitemos a acudir gratis o pagando a los eventos lúdico-culturales del Fòrum y consideren que no tocan manifestaciones masivas o caceroladas, el tejido social de Cataluña y Barcelona, los ciudadanos y ciudadanas que salimos masivamente a la calle en favor de la paz hace seis meses tendremos la posibilidad de hacernos oír.
Xavier Rius-Sant es periodista.
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