El baloncesto parará si no logra un acuerdo "digno" con televisión

Si no se produce una oferta "digna" por parte de Televisión Española, la Liga profesional de baloncesto (ACB) está decidida a posponer el inicio del campeonato, previsto para el próximo sábado. Los clubes se reúnen hoy en Madrid para determinar las acciones a emprender. La ACB ha solicitado el amparo de la Administración, pero el Consejo Superior de Deportes rechaza lo que considera "presiones bajo amenaza".

El baloncesto profesional español corre serio peligro de ahogarse económicamente si no consigue firmar un nuevo contrato televisivo que le permita generar la mayor parte de los 104 millones de euros anuales que manejan en total los 18 equipos que forman la Asociación de Clubes. Durante los últimos cuatro años, los conjuntos profesionales ingresaron unos 72,2 millones por derechos de televisión. De ellos, 63 los pagó Canal+ y el resto las tres televisiones de la FORTA que han emitido partidos en abierto: TV-3, Canal Sur y Canal 9.

Finalizado el contrato y en una coyuntura en la que ya era previsible que los derechos iban a la baja, la ACB estaba decidida a llegar a un acuerdo con Televisión Española, Canal + y la FORTA con la intención de que los partidos en abierto ganaran terreno sobre los codificados.

A pesar de que la ACB, con la autorización de Canal +, inició las negociaciones con Televisión Española hace ya dos años, las reuniones se fueron posponiendo sine die hasta llegar a un punto muerto.

En septiembre de 2002 el presidente de la ACB, Eduardo Portela, regresó con urgencia desde Indianápolis para ultimar los detalles de un acuerdo con uno de los máximos responsables de TVE, Álvaro de la Riva, que prácticamente en ese mismo momento fue relevado en el cargo.

Los cambios en la dirección del ente televisivo, primero, y la anulación de otra reunión en la que se preveía ultimar el acuerdo el pasado julio, frustraron las expectativas.

Desde entonces, TVE no ha vuelto a negociar, aunque algunos de sus directivos ha expresado la idea de retransmitir partidos con un "coste cero".

La ACB, que posee una oferta de la FORTA y de Canal + que estima insuficiente, considera también que su producto tiene "un valor". Por ello, el pasado martes, su comisión institucional mantuvo una reunión en Madrid en la que estuvieron presentes el Real Madrid (Florentino Pérez), el Barcelona (Josep Maria Bartomeu, ya que el presidente, Joan Laporta, se encontrabaa en México), Tau Vitoria (Josean Querejeta), Leche Río de Lugo (Francisco Mouré), Estudiantes (Alejandro González Varona), Pamesa (Juan Roig) y la ACB (Portela y el director general, Josep Senespleda). Así se convocó una asamblea general de clubes, que se celebrará hoy, con un único punto en el orden del día: informe del escenario televisivo y suspensión del inicio de la competición hasta que se concrete un contrato televisivo que lo permita.

La ACB considera un agravio comparativo el comportamiento que la Administración ha dispensado al baloncesto en relación con el que tuvo cuando el conflicto afectó al fútbol profesional. "Necesitamos el apoyo de la Administración para conseguir un acuerdo acorde con nuestro deporte", afirmó Senespleda; "el fútbol lo ha tenido y nuestras expectativas, por asistencia a los pabellones, por audiencias y por lo que representa nuestro deporte, son que el baloncesto reciba el trato que se merece. No queremos equipararnos al fútbol, pero tampoco estamos pidiendo nada más que un trato justo".

El Consejo Superior de Deportes, a través de su director general, Guillermo Jiménez, respondió ayer a la ACB: "Nos extraña que, en estos momentos la ACB nos pase toda la responsabilidad cuando durante los tres años que llevamos en el CSD en ningún momento, se ha sentado a negociar con nosotros las cosas que impiden que TVE tenga interés en el baloncesto".

Jiménez reprocha a la ACB que no haya negociado los horarios y los días de los partidos o la admisión de jugadores comunitarios. "La ACB dice que es una empresa con más de 100 millones de euros de presupuesto y que es absolutamente privada", señala Jiménez, "pero no puede ser que lo sea para lo que quiere y, luego, cuando hay un conflicto, acuda a la Administración".