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Suspendido el ingreso en prisión de la guardia civil que abandonó el servicio

El instituto armado le abre un expediente para adelantar su jubilación

Soledad Alcaide

Asunción López Arias, guardia civil de 37 años, no ingresó ayer en la prisión de Alcalá-Meco, como estaba previsto, para cumplir la condena de cuatro meses de prisión impuesta por el Tribunal Militar Territorial Quinto en enero de 2002 por "abandono del servicio de armas". La apertura de un expediente de situación de pérdida de aptitudes psicofísicas, notificada el lunes, le valió para que se suspendiera la ejecución de la sentencia.

"Estoy más aliviada, aunque ha sido una suspensión, no que no vaya a ir a prisión", dijo ayer por teléfono tras conocer que el tribunal militar había aceptado la petición de su abogado de suspender la entrada en prisión, hasta que se resuelva el expediente. Si se determina que López Arias no tiene aptitudes psicofícas para ser guardia civil, tampoco deberá cumplir la condena, según explicó un portavoz de la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC).

Su delito, según el fallo del tribunal, fue visitar, junto a otro agente, a unos compañeros en la madrugada del 24 al 25 de diciembre de 1999 para felicitarles las Navidades. Y fue condenada, sin que ella recurriera la sentencia, por falta de medios económicos, a cuatro meses de prisión.

Aunque ya debería haber cumplido su condena, la entrada en prisión estuvo paralizada durante meses a la espera de que se resolviera el indulto que había solicitado. En él alegó la especial situación en la que se encontraba, con dos hijos menores a su cargo y de baja por depresión, en tratamiento psiquiátrico. El pasado 18 de octubre se le notificó la denegación de indulto del Consejo de Ministros. Pero mientras esperaba el auto de prisión, con la fecha de ingreso, su situación se complicó: estuvo ingresada durante seis meses en un hospital psiquiátrico de Madrid, hundida por cómo se había torcido lo que para ella era su vocación profesional, ser guardia civil.

Además, su entrada en la cárcel perjudicaba especialmente a sus hijos, una niña de nueve años y un chico de 13, al no poder estar con sus padres, porque un juez ha dictado medidas cautelares para impedir que su ex marido se acerque a su hija, según explicaron fuentes de la AUGC. Por eso, solicitó que se le permitiera cumplir la condena en el hospital, donde al menos los fines de semana le permitían reunirse con sus hijos. Incluso presentó un informe de su médico en el que recomendaba esta solución. También le fue denegada.

A principios del pasado mes de junio, López Arias tuvo noticias de que su entrada en prisión era inminente. Debido a lo mucho que le afectó, en el hospital optaron por darle una "baja ambulatoria", para que pudiera seguir el tratamiento en su domicilio en Segovia. Con la obligación de continuar las visitas al psiquiatra.

Ahora deberá pasar un examen médico en el Hospital Militar Gómez Ulla, que evaluará si está en condiciones de permanecer en la Guardia Civil. "En estos momentos salir del cuerpo me parece un alivio. Me han hecho sufrir mucho y lo veo de manera diferente a cuando entré", explicó. "Ya no soy capaz ni de mirar el uniforme".

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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