Gil llama bastardos a los jugadores que denunciaron deudas

Toda la calma que Enrique Cerezo, el presidente oficial del Atlético, intentó transmitir por la mañana -"Manzano tiene toda la confianza; hay que tener paciencia y los resultados llegarán: acabaremos entre los cuatro primeros"-, se fue al traste por la tarde. Jesús Gil, el que manda de verdad en el club, de tanto jugar con su presencia en los micrófonos durante los últimos días, acabó por desatar su tradicional caja de truenos. En una entrevista concedida a Radio Marca, Gil trató de seguir el guión sosegado que se ha impuesto el club -"no se le puede pedir ninguna responsabilidad a Manzano, hay que esperar la primera vuelta; yo creo en Manzano"-, pero acabó por volverse fiel a sí mismo. Y así, insultó a los futbolistas que denunciaron impagos del club el año pasado. "Están en su derecho, pero para mí son unos bastardos", dijo. En el plazo de diciembre, sólo denunció un jugador, el meta Sergio, aún en el equipo. En junio ya fueron cerca de 15 los que denunciaron, aunque sólo dos (Dani y Sergi) no aceptaron el pacto de cobrar el 70% de la deuda y aceptar un aplazamiento del 30% restante.

Gil fue bastante explícito: "Hemos echado a 27 jugadores sin ver un duro. Es más, a la mayoría le hemos tenido que pagar para que se fuera. Además, el Atlético es el club que más pagó a sus jugadores durante la temporada y el que más denuncias recibió, porque algunos, cuando veían que no iban a seguir, reaccionaban mal. Incluso dos, como Dani y otro que sigue aquí, Sergi, nos apretaron el último día y tuvimos que buscar dinero con mucha prisa. El que denuncia, para mí, es un bastardo. Está en su derecho, pero no se puede portar así".

Gil habló también de cuestiones futbolísticas que insinuaron que su confianza en Manzano no es tanta. Dijo no entender por qué no juega Nikolaidis y que si el técnico "es justo, Movilla acabará jugando". También reconoció que sólo contrató a Paulo Futre en su última etapa como "paraguas, valiéndonos de su carisma" para calmar a la afición.