La Ejecutiva Federal del PSOE ratifica la expulsión de la edil marbellí García Marcos

La Ejecutiva Federal del PSOE ratificó ayer la disolución de la agrupación de Marbella y la expulsión definitiva de los tres concejales de este partido que apoyaron en agosto pasado la moción de censura contra el anterior alcalde marbellí, Julián Muñoz, entre los que se encuentra Isabel García Marcos, que ocupa ahora la primera tenencia de alcaldía del municipio. Un grupo de militantes y simpatizantes leales a la edil expulsada estudia recurrir ante los juzgados la disolución de la agrupación socialista local, que cuenta con alrededor de 80 afiliados. El PSOE anunció ayer que no caben recursos.

"La disolución de la agrupación nos parece una barbaridad", dijo ayer el ex concejal del PSOE, José Manuel Muñoz, afín a García Marcos, quien explicó que están valorando y estudiando una serie de acciones para presentarlas al comité de ética, a fin de que éste se pronuncie sobre los motivos de esta drástica medida, que tachó de "poco democrática y producto del revanchismo". "Iremos a los Juzgados si hace falta", señaló Muñoz.

En cualquier caso, es poco probable que haya una marcha atrás o prospere cualquier iniciativa en contra de la expulsión de la que fuera candidata socialista en las pasadas elecciones y del edil José Jaén, ya que según la vicesecretaria general del PSOE en Andalucía, María del Mar Moreno, contra esta resolución "no cabe recurso alguno". El apoyo al pacto contra Julián Muñoz por parte de estos dos ex ediles y de la concejal Belén Carmona, que concurrió a las elecciones como independiente en lista socialista, ha sido considerada como una "falta muy grave".

María del Mar Moreno afirmó que están "dispuestos a empezar desde cero para regenerar, no solo al partido a nivel local sino también la vida política de Marbella" y "recuperar" la confianza de los ciudadanos. "Queremos contar con los nuevos progresistas y construir un proyecto político sin prisas pero sin pausa", dijo.

Lo cierto es que el PSOE tendrá una dura tarea para convencer al electorado de Marbella, perplejo todavía por la moción de censura y la traición de García Marcos. "No tenemos grandes expectativas, aunque esperamos con el tiempo recuperar la confianza de la ciudadanía", reconocía ayer el que fuera alcalde socialista del municipio entre los años 1983 y 1987, José Luis Rodríguez. "Es una labor muy complicada, como de hormiga", admitió también Francisco Zori, que ganó en el año 1998 las primarias contra García Marcos y que se vio forzado a presentar su renuncia tras las acusaciones de la ex edil de que contaba con el apoyo de Jesús Gil.

Según Rodríguez, que consideró "absolutamente necesaria"" la disolución de la agrupación, el partido "había languidecido en los últimos años y estaba cataléptico" bajo el control de García Marcos. "Era una organización muerta, no existía", añadió el ex alcalde socialista. Tras la anterior disolución de la agrupación en el año 1998 la edil expulsada cerró las puertas a los 300 afiliados de entonces para evitar voces disonantes y la militancia se redujo a 60 personas. "En los últimos cuatro años se convirtió en un club privado, donde sólo entraban los afines a la dirección", apuntó Rodríguez.

Zori por su parte confía que antes de enero esté reconstruida la agrupación y las aguas vuelvan a su cauce. "La nueva gestora lo está haciendo bastante bien llamando a antiguos militantes, abriendo el partido a gente nueva e intentando tener una amplia representación de la sociedad", dijo Zori, que aseguró que sólo le mueve "la responsabilidad y que el partido vuelva a ganar las elecciones, que perdió por goleada con Isabel García Marcos". El que fue secretario del PSOE marbellí consideró que han sido los propios ediles expulsados los que se han excluido al no acatar las directrices del partido.

Estos dos históricos, que quedaron apartados del partido cuando García Marcos se hizo con la dirección local, pedirán ahora su reingreso como militantes de base al igual otro medio centenar de antiguos afiliados. La disolución de la agrupación local supondrá el inicio de todo el proceso de afiliación. El secretario de política municipal del PSOE de Málaga y vocal de la gestora de Marbella, Luis Reina, advirtió el lunes que los militantes que ocupen cargos de confianza en el gobierno municipal tránsfuga tendrán que elegir entre mantenerse a las órdenes de García Marcos o la afiliación.