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El Trambaix circula por Cornellà y Sant Joan Despí en viaje de pruebas

El Trambaix llegó ayer a los 69 kilómetros en una prueba en Cornellà

El Trambaix, que unirá varias poblaciones del Baix Llobregat con la plaza de Francesc Macià, en Barcelona, efectuó ayer un primer recorrido de pruebas con carga. Un centenar de personas, entre autoridades e invitados, se subieron al vehículo, que se desplazó sin problemas por un tramo que va de las cocheras, situadas en Sant Joan Despí, hasta el centro de Cornellà. El Trambaix empezará a funcionar el próximo mes de febrero.

El Trambaix se llenó ayer por vez primera. Se llenaron los 64 asientos de que dispone y buena parte de los pasillos. Por cierto, las barras para agarrarse son muy altas o la mayoría de los asistentes eran muy bajos. Son adecuadas para personas que midan 1,70 metros o más. Por debajo de esa altura, es difícil llegar.

Ayer hubo que agarrarse, porque los responsables del tranvía querían demostrar su eficacia y anunciaron que tratarían de alcanzar la velocidad máxima posible: 70 kilómetros por hora. Se quedó muy cerca y llegó a los 69. De todas formas, el tranvía no circulará nunca a esa velocidad: se moverá a 50 kilómetros por hora como velocidad punta y con una media de 20 kilómetros. Esto significa que el trayecto entre Sant Joan Despí o Sant Feliu (el otro punto final) y la plaza de Francesc Macià en Barcelona durará entre 35 y 40 minutos, aproximadamente.

Eso será a partir de febrero, que es cuando los responsables de la empresa creen que se podrá prestar el servicio con garantía. En este momento la línea está casi toda construida. Casi. Faltan aún algunos tramos en la zona de la antigua carretera nacional 340, porque son los últimos espacios que ha recibido la constructora por problemas relacionados con las expropiaciones.

Las vías estarán instaladas, según la empresa constructora, en octubre y en ese momento se iniciarán las pruebas de toda la vía. Desde hace algunas semanas se vienen realizando pruebas con los desplazamientos del vehículo en la zona recorrida ayer. Se hace, por lo general, de noche, cuando hay menos tráfico, y con vigilancia de la Guardia Urbana. "Eso explica que podamos circular por encima de la velocidad límite permitida en zonas urbanas", aclaró un responsable de la línea que estaba especialmente interesado en explicar que las pruebas se hacen para comprobar la fiabilidad del vehículo y de las instalaciones, ya que a efectos de garantizar la seguridad es tan importante una cosa como otra.

Falta por probar sobre el terreno el sistema informático que anuncia paradas y proporciona al tranvía prioridad en los semáforos. Este sistema funciona ya en Lyón y ha sido probado en laboratorio, pero es imprescindible comprobar su operatividad sobre la vía.

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Ayer el tranvía circuló con placidez, provocó la admiración de paseantes y conductores parados a su paso e incluso despertó la capacidad competitiva de un grupo de escolares que corrió durante un rato para ver si aguantaba el tirón del nuevo medio de transporte.

Durante el trayecto, un directivo de la empresa iba anunciando las vicisitudes: "Ahora un parada... Ahora se abren las puertas apretando un botón". Y luego: "Hemos alcanzado los 25 kilómetros, los 40, los 60" y a partir de 65 siguió subiendo hasta que cantó el 69. En ese punto, el tranvía empezó a reducir la velocidad.

El billete tendrá el mismo precio que el del metro o el autobús, ya que será un billete integrado.

Los vehículos admiten 64 pasajeros sentados y hasta 308 más (ocho por metro cuadrado) de pie. Llevan aparato para amarrar la bicicleta y "apoyos isquiáticos" (reposaculos para que se apoye parte del pasaje que no tenga asiento). El tranvía hizo el primer viaje con público. Se llenó de alcaldes y concejales de las poblaciones, entre ellos el de Cornellà, Josep Montilla, y un nutrido grupo de cargos de Política Territorial, presididos por el consejero Felip Puig.

El tranvía del Baix Llobregat circula por Corellà durante una prueba.
El tranvía del Baix Llobregat circula por Corellà durante una prueba.MARCEL.LÍ SÀENZ

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