La Generalitat convoca un acto con jubilados en el Palau Sant Jordi como en la campaña de 1999

Los jubilados catalanes recibirán a principios de octubre un homenaje del Gobierno de Convergència i Unió (CiU). Un multitudinario acto en el Palau Sant Jordi similar al que se celebró con gran polémica hace cuatro años, justo como ahora en vísperas de la campaña electoral. En la tribuna estará el conseller en cap y candidato de CiU, Artur Mas, quien ayer admitió que explicará a los pensionistas la obra realizada por el Gobierno catalán. En los tres años anteriores el Día Internacional de la Tercera Edad se ha celebrado en auditorios de aforo mucho más reducido.

A principios de otoño se celebra cada año el Día Internacional de la Tercera Edad, declarado por la Unesco. Con este motivo, el Gobierno catalán viene programando desde hace años actos de homenaje a los ancianos. Pero la intensidad y el alcance de éstos no han sido siempre iguales. La Generalitat ha organizado actos mayores y ha destinado más recursos a su organización justamente en los años en que se han celebrado elecciones autonómicas. Así fue en 1999 y así será de nuevo el próximo 6 de octubre.

En 1999, el Departamento de Bienestar Social, a la sazón dirigido por el polémico Antoni Comas, congregó a 17.000 jubilados en el Palau Sant Jordi el día antes de iniciarse la campaña electoral. El acto, criticado por toda la oposición, fue avalado por la Junta Electoral pese a las protestas de la izquierda y costó al erario público unos 17 millones de pesetas. Entre los gastos se contabilizaba el transporte en autobús desde toda Cataluña. Sin embargo, resultó una velada indigesta para CiU porque hacia la mitad de los discursos todos los pensionistas sofocaban su calor con abanicos publicitarios con la imagen de Pasqual Maragall que una disciplinada tropa de simpatizantes socialistas había repartido en la entrada del Palau Sant Jordi.

En los años siguientes, el Gobierno de Jordi Pujol siguió la tradición de organizar el acto de homenaje, pero con menos gasto y menos invitados. Apenas 1.500 jubilados acudieron en 2000, 2001 y 2002 al Auditori de Barcelona y al Palau de la Música, de mucho menos aforo que el Palau Sant Jordi.

Indignación en la oposición.

Este año los jubilados han sido convocados de nuevo al Palau Sant Jordi, a 25 días del inicio de la campaña electoral. Pero con un nuevo anfitrión, el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas. El conseller en cap protagonizará la jornada, en la que, además de ofrecerse varias actuaciones musicales, se pronunciarán discursos políticos. Mas reconoció ayer que en su alocución explicará a los jubilados la obra del Gobierno catalán durante esta legislatura, en especial las acciones destinadas a la tercera edad, entre ellas los complementos de pensiones a las viudas.

En una rueda de prensa convocada por Jordi Pujol y Artur Mas para realizar un balance de esta legislatura, ambos dirigentes salieron ayer al paso de las críticas, defendieron la legitimidad del acto y rechazaron cualquier acusación de electoralismo. "Si fuese por la oposición, tendría que quedarme encerrado en el despacho porque para ellos todo es electoralista. Maragall y Clos lo inauguraban todo a cuatro meses de las elecciones municipales", respondió airado el conseller en cap. Jordi Pujol remató: "A todo el mundo le pica e irrita cuando se aproximan las elecciones. Chaves y Bono también lo hacen".

Los socialistas, que no cuestionan la celebración del Día de la Tercera Edad, invitaron ayer a Artur Mas a no participar en un acto que el diputado socialista Joan Ferran calificó de "poco honesto" y cuya intención es, según él, "instrumentalizar electoralmente" a los ancianos. "Artur Mas, por decencia, debería renunciar a presidirlo", añadió. Ferran se quejó de que en los años de campaña electoral el Gobierno de CiU convoque a los jubilados en el Palau Sant Jordi, mientras que a media legislatura se limita a organizar actos "intimistas".

En la misma línea se expresó el presidente de Iniciativa per Catalunya Verds, Joan Saura, quien acusó a Mas de "gastar dinero público para hacerse la precampaña" y denunció que la Generalitat "ha gastado tres veces más en publicidad que en luchar contra la siniestralidad laboral".