Navajas y sangre en Córdoba
Lamentablemente no me refiero al final de la película Carmen, que pronto se estrenará en Córdoba, sino a un hecho real ocurrido la noche del domingo 14 de septiembre. Alrededor de las 11 y media de ese día un turista que paseaba cerca del Museo Arqueológico fue asaltado y apuñalado cuando se resistió al ladrón. Los ruidos alertaron al vecindario que vieron cómo una persona huía y otra quedaba en el suelo, sangrando como consecuencia de las puñaladas recibidas. Los vecinos llamaron a la policía y al 061, atendieron al herido, y una vez más lamentaron la falta de vigilancia de esta zona de la Córdoba Patrimonio de la Humanidad.
La ambulancia tardó 20 minutos en llegar, la policía llegó detrás de la ambulancia. ¿Es así, con inseguridad ciudadana y con lentitud en la prestación de servicios, como nuestras autoridades pretenden potenciar el turismo en Córdoba? ¿Creen las autoridades y empresarios que permitiendo sucesos como el ocurrido el pasado día 14 aumentarán las pernoctaciones en Córdoba?
¿Qué nos recomiendan que digamos a nuestros amigos cuando decidan venir a visitarnos? ¿Tendremos que contratar seguridad privada los habitantes del casco histórico? ¿Qué esperan las autoridades para resolver este problema de inseguridad y lentitud: manifestaciones de protesta, las próximas elecciones...?
Uno de los vecinos tiró una maceta al ladrón. Algunos lamentaron que no diera en el blanco. Un turista herido, cubierto de sangre, tumbado en el suelo y atendido por los vecinos, una maceta rota que no llegó a la cabeza a la que iba destinada..., imágenes más propias no ya de la Carmen de Bizet sino del Lejano Oeste. En todo caso, nada que ver con la Córdoba del siglo XXI, Patrimonio de la Humanidad y con pretensiones de Capital Europea de la Cultura.
