ERC ofreció al PP mantener en secreto el pacto de Alella hasta después de las autonómicas

Esquerra Republicana (ERC) trató de convencer al Partido Popular (PP) para que asegurase la estabilidad en el Ayuntamiento de Alella (Maresme), pero sin incorporarse al gobierno hasta después de las elecciones autonómicas y manteniendo hasta entonces el acuerdo en secreto, según fuentes de ambos partidos. La cúpula regional del PP sólo dio el visto bueno al pacto tras obtener garantías de que éste sería público, y su aplicación, inmediata, lo que frustró los planes de ERC. Convergència i Unió (CiU) e Iniciativa reiteraron ayer sus críticas al pacto.

Las direcciones de ERC y del PP seguían de cerca las negociaciones que las agrupaciones locales mantenían desde hace meses para gobernar juntos en esta localidad, pero al final los acontecimientos se precipitaron: la sección local de ERC en Alella, temerosa de perder el control del gobierno municipal, decidió materializar el pacto ahora ante la negativa frontal del PP de postergar su aplicación hasta después de las elecciones autonómicas.

Fuentes del PP explican que el secretario general de este partido, Rafael Luna, dio personalmente luz verde al pacto, que tanto conservadores como independentistas consideran "contra natura", tras obtener garantías de que su aplicación sería inmediata y pública, pese a la proximidad de las elecciones autonómicas. El PP local apremió a Esquerra a firmar el acuerdo ahora y convenció a la dirección regional de su necesidad: "La propuesta [de postergar la publicidad del acuerdo hasta después de los comicios] era inaceptable; somos gente seria y tenemos una responsabilidad con nuestros electores", explica Anna Fernández, concejal del PP en Alella.

El alcalde, el republicano Andreu Francisco, explicó a este periódico que la decisión de pactar fue tomada por la sección local: "Sabíamos que el acuerdo no gustaría ni a la sección local ni a la regional, pero no podía demorarse más". Francisco considera que la actitud del PSC, CiU e ICV, que formaron gobierno en el anterior mandato, es "beligerante": "Esperan a la mínima para intentar apartarnos del gobierno", añadió.

El secretario general de Esquerra, Josep Lluís Carod, insistió ayer en que a la dirección nacional del partido independentista el acuerdo de Alella "no le gusta", pero le quitó trascendencia. "Si a los medios de comunicación les interesa tanto es por su excepcionalidad...", añadió.

El líder del PP catalán, Josep Piqué, admitió que entre ambos partidos existe "un abismo", pero asumió el acuerdo ante la necesidad de "dar una mínima estabilidad" al gobierno municipal y por "sentido de la responsabilidad".

CiU e Iniciativa cargaron contra el pacto. El candidato nacionalista a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, recomendó "a los que van de puristas" que "tengan más cuidado". "[ERC y PP] son gente muy purista que critica a todo el mundo, pero que cuando lo hacen ellos [pactar] piden que no se los critique; es una forma muy curiosa de entender la democracia", señaló, informa Europa Press. El vicepresidente de ICV, Jaume Bosch, consideró que Esquerra "asume cualquier tipo de pacto con tal de estar en el poder". El responsable de política municipal de ERC, Jaume Oliveras, aseguró que el edil de ICV en Alella "es el más de derechas de todo el consistorio".