Los intereses valencianos y el peaje
Hace mas de ocho años, que en un medio tan subversivo como Estudios de Transportes y Comunicaciones del entonces MOPTMA, bajo el titulo de Pagar por el uso de las carreteras publicamos que la solución tecnológica para facilitar este pago estaba a punto de llegar y había que abrir el debate en España, sobre algo que era inevitable. Comprenderán que uno no sepa si reir o llorar ante la "sorpresa" e "indignación" que manifiestan tanto director general de Fomento como dirigente empresarial sobre la impecable decisión alemana de cobrar a los vehículos de más de 12 toneladas una media de 12,4 céntimos por kilómetro.
Parece que ha habido que esperar a septiembre para que la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) hiciera números y descubriera un coste adicional para los productores valencianos de frutas y hortalizas será de 15 millones de euros al año. El nuevo impuesto afectará a la exportación de 2,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas cuyo destino es Alemania (el principal receptor europeo de cítricos españoles) pero también los países limítrofes como Dinamarca, Polonia o la República Checa a los que se llega a través de las carreteras alemanas.
"La tecnología actual ya hace factible un cobro basado en parámetros racionales"
"Debería debatirse qué hacer con las autovías y buscar un acuerdo con el resto de Europa"
Es evidente que a los chicos de la Universidad no se nos hace mucho caso. Sin embargo somos cabezotas y este mes de octubre vamos con la tercera edición de un Seminario, donde han venido hablando los principales responsables de la Comisión Europea, el Ministerio Alemán de Transportes y las empresas involucradas, para acabar de aclarar cómo se va a hacer técnicamente. Si no puede acompañarnos, lo mas básico esta explicado en perfecto castellano en: www.toll-collect.de.
Hace mas de diez años que en Bruselas ya había consenso sobre el hecho del cobro; la dificultad era cómo llevarlo a la práctica sobre una red de carreteras muy densa, evitando los peajes tradicionales y sin perjudicar la circulación. Ahora la respuesta tecnológica esta disponible: localización + satélite + GSM.
Además, las razones de su puesta en práctica, no han hecho sino reforzarse:
-Los presupuestos para infraestructuras no son ilimitados y puede ser imposible cumplir todas los compromisos en materias de nuevas infraestructuras (carreteras y AVE), y mantenimiento de las actuales, como acaba de reconocer el consejero García Antón...
-Los fondos europeos no van a cubrir todas las necesidades, sobre todo con la incorporación de los nuevos países de la Europa del Este, que los necesitarán más que España.
-El efecto del trasporte por carretera en la emisión de gases del efecto invernadero, es cada vez mas incuestionable. Un argumento que debería hacernos meditar después del verano del 2003.
Los españoles deben saber, a pesar de la falta de debate que se ha dado, que el proceso es imparable. La nueva directiva habla ya de bajar el mínimo del tonelaje del vehículos de 12 a 3.5 y de incluir los costes que ocasionan los accidentes, dejando para más adelante, el pago por congestión y el cobro al vehículo particular. La posibilidad que el peaje de las carreteras ayude a pagar al nuevo ferrocarril, por tanto no servir como un mero procedimiento recaudatorio, es más que un debate en muchos países.
La tecnología actual ya hace factible un cobro basado en parámetros racionales: distancia recorrida, lugar donde se circule (ciudad, densidad de población, mantenimiento extra por nevadas, ...), peso y longitud del vehículo, tipo de motor, capacidad contaminante, hora del día, etc.
Que nadie se engañe, los objetivos son: la modificación de itinerarios, la reducción de camiones pequeños en transporte internacional, y sobre todo que se inicie un trasvase de la carretera a otros medios de transporte.
La dependencia casi exclusiva de la carretera de las exportaciones valenciana ponen dos problemas adicionales a los millones calculados por AVA: a) Francia también está pensando en cobrar una tasa a los camiones que circulen por su red sin peaje, ya que una gran cantidad de ellos, muchos de ellos valencianos, evitan sus autopistas de peaje. b) En áreas especialmente sensibles, (Alpes y Pirineos) se permitirá gravar más de la media, para mejorar la infraestructura existente y promocionar el transporte alternativo.
Cuando se dice que "el sector hortofrutícola valenciano no puede ser el mayor perjudicado en pagar la crisis económica que atraviesa Alemania", debería exigirse además abrir el debate de qué hacer con nuestra actual red de autovías y buscar un acuerdo con el resto de Europa.
La pieza que acaba de mover Alemania hace imparable el proceso. No sirve mirar a otro lado, o decir que el año que viene hay elecciones o que los franceses van a la suya. Estamos hablando de racionalizar el sistema de transporte, de preservar el medio ambiente y de nuevas tecnologías.
Por otra parte, el diputado autonómico del PSPV-PSOE José Antonio Godoy criticó en Alicante al Ministerio de Fomento y la Generalitat por el "retraso" para iniciar la construcción de la segunda circunvalación de esta ciudad y denunció el "abuso de peajes" en esta provincia. Los socialistas, explicó Godoy, propusieron hace 10 años la segunda circunvalación como autovía gratuita, pero "lo que va a hacer el PP ahora es una autopista de peaje".
El secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM) y candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad, Rafael Simancas, se reunió ayer con diez alcaldes socialistas del sur y del Corredor del Henares (al este de la región) y volvió a reclamar al Ministerio de Fomento que convierta en gratuitas las cuatro autopistas de peaje de entrada a Madrid que serán inauguradas en los próximos meses. Simancas aseguró, como ya hiciera en la anterior campaña electoral, que si gana los comicios del 26 de octubre negociará con las constructoras y eliminará el peaje de esas carreteras.
Según el líder socialista, responsables de las empresas adjudicatarias de las autopistas le manifestaron, después de los comicios del pasado 25 de mayo y cuando él estaba preparándose ya para ser presidente, que estaban dispuestos a renegociar los contratos firmados por Fomento. Esos contratos garantizan hasta 65 años de gestión de las carreteras de peaje a cambio de que las constructoras financien gratis la construcción de un tramo de la M-50. Lo que propone Simancas es que el Gobierno convierta en gratuitas las autopistas, se haga cargo de la construcción de la M-50 e indemnice a las empresas en "cómodos plazos".
El primer plazo se pagaría con los 600 millones de euros que, según el candidato del PSOE, debe aún el Ejecutivo central a la Comunidad de Madrid en inversiones prometidas en 1994 para carreteras (el llamado plan Felipe). Los otros plazos sumarían 1.800 millones de euros y se abonarían con cargo a los Presupuestos Generales del Estado de ahora a 2007. Simancas insistió en que las autopistas de peaje "suponen una discriminación entre los ciudadanos que pueden pagar, que se librarán del atasco
[de entrada a la capital] y los que no, que deberán seguir afrontando el embotellamiento" que sufren las carreteras nacionales.
El portavoz adjunto del PP en la Asamblea, Juan José Güemes, afirmó, por su parte, que el secretario general de los socialistas madrileños "engaña a los ciudadanos al hacerles creer que las radiales, que son una inversión privada, pueden convertirse en gratuitas con un toque de varita mágica y sin coste para las arcas públicas".
Las patronales de transporte han tomado posiciones en la batalla por introducir un nuevo sistema de peaje electrónico en Alemania, que entrará en vigor el próximo 2 de noviembre y supone 12,4 céntimos por kilómetro. Después de que Bruselas diera esta semana el visto bueno al peaje, el plan se enfrenta a un nuevo obstáculo: el rechazo rotundo de las patronales de transportes de mercancías por carretera. BGL, la principal patronal alemana de transportistas, advirtió ayer de que el nuevo peaje supondrá la eliminación de más de 100.000 empleos.
En la misma línea, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte (Fenadismer), la patronal transportista española, expresó su "rechazo absoluto" al peaje alemán por su "carácter arbitrario, discriminatorio y perjudicial para las exportaciones españolas". Según Fenadismer, el peaje para vehículos pesados que Alemania pretende imponer a partir de noviembre en sus carreteras supondrá un sobrecoste de 250 euros en cada expedición de ida y vuelta que un transportista español realice a ese país.
Fenadismer anunció que el próximo mes de septiembre planea crear una plataforma nacional que incluya a todos los sectores afectados por el nuevo peaje. La patronal considera que el sistema de peajes "perjudicará gravemente la competitividad" de los productos españoles que se exportan a Europa. Ésta fue la respuesta del sector transportista español a la decisión de las autoridades europeas de permitir el nuevo sistema, después de que la comisaria europea responsable de Transportes, Loyola de Palacio, amenazara anteriormente con bloquear su aplicación.
Sin embargo, BGL, la patronal alemana de transportistas, criticó el acuerdo alcanzado entre Alemania y Bruselas por razones distintas. Este acuerdo forzó al ministro alemán de Transporte, Manfred Stolpe, a comprometerse a separar el nuevo sistema de peajes de cualquier ayuda a los transportistas alemanes. BGL criticó esta iniciativa y aseguró que el alto coste que les supone el nuevo peaje causaría la pérdida de más de 100.00 puestos de trabajo. Las negociaciones con Bruselas forzaron a Stolpe a retroceder en su iniciativa de ofrecer a los transportistas alemanes un reembolso en el impuesto sobre carburantes de más de 600 millones de euros al año.
A pesar de haber dejado atrás esta iniciativa, el ministro alemán no se ha dado por vencido. En declaraciones realizadas ayer, Stolpe se mostró partidario de buscar una nueva vía para satisfacer las demandas del sector transportista germano, y lanzó la idea de reducir "el impuesto sobre vehículos pesados a nivel europeo".
Alemania es el país europeo donde ese impuesto es mayor, al sobrepasar los 1.500 euros. En cuanto a los ingresos por el nuevo sistema de peaje, Stolpe indicó que 3.400 millones de euros es el tope máximo que se espera alcanzar.
Gregorio Martín es catedrático de Ciencias de la Computación y director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia.
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