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Crónica:TENIS | Australia-España, final de la Copa Davis
Crónica
Texto informativo con interpretación

En Melbourne y sobre hierba

Australia confía en desquitarse de su derrota en 2000 en Barcelona

"Os esperamos en Australia". La frase tenía miga. Corresponde al entonces capitán australiano, John Newcombe, el mismo día que su equipo perdió la Ensaladera ante España en el Palau Sant Jordi, de Barcelona. Era 2000. Era la tercera final entre ambos países y las dos primeras, en 1965 y 1967, en su terreno, fueron para el australiano, en el que precisamente Newcombe componía el doble con Tony Roche.

Han pasado tres años y los dos conjuntos vuelven a encontrarse cara a cara. Será de nuevo en Australia, del 28 al 30 de noviembre. Con toda probabilidad, en Melbourne y sobre una pista de hierba. "Todavía estamos discutiendo la superficie", matizó ayer John Fitzgerald, el actual capitán de los aussies; "pero casi con toda seguridad será de césped".

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No hay discusión. Es la peor superficie para los tenistas españoles. Lo certifica el hecho de que en Wimbledon, la catedral de la hierba, ningún español ha superado los octavos de final desde que Manuel Orantes disputase las semifinales en 1972 y únicamente Manuel Santana, en 1966, fue capaz de ganar.

Lo más espectacular que se recuerda desde entonces, en este tipo de pistas, es la victoria de Àlex Corretja sobre el estadounidense Pete Sampras en Houston, precisamente en unos cuartos de final de la Copa Davis. Y el hecho de que, por primera vez, dos españoles se clasificaran para los octavos de final de Wimbledon este año: Juan Carlos Ferrero y Feliciano López.

"La hierba no nos asusta. Si hay que fumárselam nos la fumamos", ironizó ayer Jordi Arrese, el capitán español; "es una superficie difícil, pero una final es una final y vamos a lucharla en hierba, barro o hielo", agregó Ferrero.

Australia sufrió ante Suiza, pero demostró tener un equipo muy compacto. Lleyton Hewitt, el campeón de Wimbledon en 2002, perdió las dos primeras mangas e iba 3-5 abajo en la tercera antes de dar el punto decisivo (3-1) a su país ante el suizo Roger Federer, el campeón este año en la catedral.

Los partidos individuales los completa Mark Philipoussis, finalista en Wimbledon y uno de los mejores sacadores del circuito. El doble lo componen uno de los mejores especialistas, Todd Woodbridge, y otro sacador, Wayne Arthurs.

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