Carlos Santana afirma que necesitamos "menos religión y más espiritualidad"
El músico de origen mexicano actúa en Barcelona el día 23 y en Madrid el 24
Un tono de voz amable y reposado para manifestar convicciones profundas y sólidas. Carlos Santana descolgó el teléfono en Múnich, donde estaba a punto de ofrecer el primero de sus dos conciertos en la ciudad alemana, para hablar con este diario. Llegará a España el 23 de septiembre para actuar ese día en Barcelona y al siguiente en Madrid, dentro de su gira por Europa. Hombre de marcada espiritualidad, no duda en compararla con el agua mientras denomina coca-cola a la religión: "La espiritualidad es la íntima relación personal con el Todopoderoso, mientras que la religión es comercio. Una es agua que alimenta y da vida, la otra simple refresco", afirma tajante.
Para Carlos Santana, actualmente el mundo es "como una serpiente que ya necesita mudar su piel, una piel vieja e inútil que para mí", dice, "está representada por la política y por la religión. Creo que esta muda no tendrá lugar más allá de 25 años", aventura el famoso guitarrista.
Pero Santana va más allá, al asegurar que "el mundo necesita una revolución sin brutalidad y sin violencia, pero una revolución". "Esta revolución ha de barrer tanto al Papa como a Bush y nos ha de permitir vivir a todos como iguales. Nadie es superior a nadie y todos tenemos derecho a vivir con agua, electricidad y dignidad", comenta antes de señalar que junto a su esposa ha donado 2,5 millones de dólares a Desmond Tutu para que sea utilizados para paliar la situación social en Suráfrica.
"Pienso en todo esto cuando viajo por el mundo", explica el guitarrista, "y veo que en todos los lados hay belleza, flores, agua, pureza, inocencia. Al contemplar esta belleza y verla repartida por doquier te das cuenta de lo que eres y aprendes a tener más compasión y ser sensible al dolor ajeno. Lo que nosotros tiramos a los perros es lo que come la mayor parte de la humanidad". Y añade: "Por todo ello, en mi gira no vendo Carlos Santana, sino que con mi música invito a la gente a compartir".
Metidos en arena artística, el autor de Samba pa ti manifiesta que su banda está más rodada que la que pudo verse en diciembre pasado en Barcelona, donde realizó la presentación de su último disco, Shaman, en un concierto especial. Asimismo, Carlos Santana asegura que el guión de cada actuación varía noche a noche manteniendo sólo las piezas de entrada y la salida. "Comenzamos con Jingo y concluimos con Novus y lo demás varía en cada lugar".
¿Hay lugares en los que se le recibe de manera especialmente cálida? "No, porque cada país, cada ciudad, cada persona son diferentes. Es como las huellas digitales, que todas son distintas. Por eso en cada sitio nos reciben de una forma, por eso no pinto con la misma brocha a todo mi público y respeto a todos tal y como son", afirma.
Preguntado por las razones que justifican el éxito de la música latina en general, el guitarrista de origen mexicano dice que "la música latina tiene dos cosas que para las personas son imprescindibles: el sexo y la espiritualidad. El sexo, el sexo con respeto y dignidad, es tan necesario como la comida e invita a vivir experiencias carnales íntimas. La espiritualidad es igualmente necesaria, y ambas cosas están presentes en la música latina. Por eso cada día tiene más fuerza".
¿Y a qué se puede atribuir la creciente importancia del hip-hop?
"A que es la lengua universal de los jóvenes de entre 17 y 27 años. En la década de 1950 fue Elvis; en la de 1960, los Beatles, luego Stevie Wonder y así hasta ahora. Para los jóvenes de hoy, el hip-hop es algo próximo, pero si este estilo no integra otras músicas como el jazz, lo latino, el soul u otros estilos, se acabará convirtiendo en agua estancada, en un caudal que no fluye".
Satisfecho "por los dones que Dios me ha dado", Carlos Santana asegura que no alteraría las proporciones de habilidad entre sus dedos y su garganta. "Yo canto con mi guitarra y mis melodías se entienden en todo el mundo sin necesidad de traductor". Tampoco variará su forma de trabajar, la que supuso el éxito planetario de Supernatural y la buena marcha de Shaman. "No acepto que se llame a esta forma de trabajar una fórmula. Mick Jagger y Elton John han intentado hacer lo mismo que yo, con idéntico compositor, y no les ha salido bien. Creo que es cuestión de intensidad, y que gracias a Dios he podido trabajar con muchos otros artistas".
Babelia
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