El voto de los jóvenes

Los madrileños nos encontramos ante otras elecciones, pero esta vez son diferentes. Es la primera vez que se repiten unas elecciones, ya que a ciertos sectores no les ha gustado el resultado que legítimamente salió de las urnas.

No voy a entrar en detalles sobre la culpa (de los corruptos Tamayo y Sáez, por supuesto), o sobre quién está en posesión de la verdad y quién trata de impedirla (creo que hay muchas verdades a medias y revueltas). Si el Partido Popular se ha aprovechado descaradamente de la situación o si personas vinculadas al PP y a mafias urbanísticas hablaban fluidamente con los vendidos, no ha traído consigo ninguna expulsión. Si la Federación Socialista Madrileña ha pecado de incompetencia y sectarismo al incluir a estos tipejos en sus listas es sencillamente incuestionable, por ello Rafael Simancas ha pedido, entre encolerizado y avergonzado, perdón públicamente a toda la militancia y a todos sus votantes en repetidas ocasiones.

Querría insistir en la necesidad urgente de que cada uno de nosotros, y en especial los jóvenes, reflexione sobre la salud de nuestra democracia. ¿Qué clase de Estado es éste donde los especuladores han de ganar las elecciones por las bravas, machacando así la voluntad popular?

En este diario se publicó un artículo donde se decía que los resultados de Colmenar Viejo coincidían casi plenamente con la media de los resultados de toda la Comunidad de Madrid. Bien, pues los que hayan analizado el resultado de las pasadas elecciones y a su electorado en Colmenar Viejo habrán comprobado que, a nuestros jóvenes la política o los políticos, y/o por ello nuestra democracia, les importa bien poco. Los motivos de esta falta de motivación son complejos y habría que entonar un mea culpa desde todas las fuerzas políticas. El índice de participación de los jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 22 años fue de un 43% en ellos y de un 57% en ellas. Algo mejora en este compromiso con la sociedad, cuando las edades oscilan entre 23 y 27 años, donde la participación crece hasta el 50% los varones y 63% las mujeres. ¡Aún muy por debajo del 70% aproximado de media total! Como resultado de este análisis, desde el PSOE de Colmenar Viejo queremos hacer un llamamiento urgente, un llamamiento sincero a la juventud de Madrid, porque son ellos el motor de cualquier cambio que deseemos conseguir. Porque son ellos los que deben explicarnos el porqué de su absentismo y porque son ellos los que deben elegir en qué clase de país quieren vivir y en qué condiciones.

¿Dónde está el espíritu de lucha de la juventud y la universidad? ¿En manos de quién vamos a dejar nuestra opinión y nuestro futuro? ¿No es hora ya de asumir responsabilidades y decidir por nosotros mismos?