Un hámster parlanchín
La exitosa serie japonesa de televisión 'Hamtaro' busca conquistar los corazones de los niños europeos
¡Hamha! ¡Vamos a Yupitak! En el lenguaje de los hámsters esta frase significa lo siguiente: ¡Hola! ¡Vamos a jugar! Miles de niños de todo el mundo conocen a la perfección el idioma de los hámsters gracias a Hamtaro, un pequeño ratón protagonista de una serie de cómics creados en el 1997 por el ilustrador japonés Ritsuko Kawai.
Después del éxito del cómic llegó la serie de televisión que batió los récords de audiencia en Japón; en cuanto a los vídeos y la banda sonora, se colocaron en los puestos más altos de las listas de ventas. En la actualidad Fox Kids & Cartoon Network emite la serie Hamtaro en Europa. El mundo del videojuego no dejó pasar la oportunidad del éxito y editó Hamtaro: Ham Hams Unite!, un videojuego para Game Boy Color que pese a lanzarse en el año 2001 en Japón, llegó a Europa en enero de 2003. Seis meses después ha presentado en las tiendas europeas una nueva aventura del famoso ratón titulada Hamtaro: Ham-Ham Heartbreak traducido al castellano por Hamtaro: Rompecorazones, en la que el jugador tiene como principal tarea intentar que el amor vuelva a renacer entre las parejas de ratones que por uno u otro motivo se han enfadado.
'Hamtaro: Rompecorazones'
Género: Aventura
Fabricante: Nintendo
Plataforma: GameBoy Advance / GameBoy Advance SP
Precio: 39,95 euros
Edad recomendada: Mayores de 3 años
Lo más gracioso de los juegos basados en las aventuras de Hamtaro es la utilización de un simpático vocabulario propio, que los hámsters protagonistas escenifican al mismo tiempo que realizan el sonido en cuestión. En esta aventura, Hamtaro ha perdido todo su diccionario de palabras cuando el libro ha caído en un charco. Únicamente cuatro palabras han sobrevivido al desastre, hamha, el saludo de los hámsters, rotak, palabra que hace que Hamtaro realice una voltereta, hif-hif, que permite oler el entorno y recoger objetos y cavatak, que sirve para hurgar en el suelo con el objetivo de encontrar tesoros. Estas cuatro palabras son básicas para comunicarse con otros hámsters que ayudarán al protagonista a aprender nuevas palabras que se añadirán a su Lexi-ham o diccionario.
El malévolo Diablito ha puesto patas arriba la tierra de los hámsters; su objetivo es acabar con el amor y Hamtaro deberá perseguirlo por toda la tierra Ham. Gracias a la graciosa hada Harmonia, Hamtaro y su compañera Lacitos podrán seguir los pasos de Diablito, desde Pico Sol a Torre Vil. En cada uno de los escenarios del juego la pareja de protagonistas encontrarán personajes con el corazón roto, como un capitán de barco que deberá regalar la flor de un ibiscus para contentar a su mujer, una familia enfadada porque el padre ha perdido la cartera en un parque de atracciones o dos amigos unidos por la pasión por los gorros.
Cuando el jugador logre unir una pareja el medidor de amor subirá, el objetivo es conseguir llenarlo al máximo. Cuanto más lleno esté aumentará la fuerza de los hámsters para frotak (frotar) las piedras que encontrarán esparcidas por su mundo, que, una vez bien limpias, pueden convertirse en amatistas, esmeraldas, ópalos, diamantes o las más curiosas piedra ham, piedra queso o piedra plátano. Con estas piedras pondrán crear joyas de gran valor como los pendientes corazón, el collar cobra o la corona hielo.
En las tiendas Ham, repartidas por cada uno de los escenarios, los hámsters pueden adquirir por unas cuantas pipas de girasol, unos bonitos trajes de boda, un quimono japonés o un disfraz de reno y de Papá Noel para las navidades con los que podrán hacerse unas instantáneas en el estudio fotográfico de Tortuguita. Además de estos entretenimientos paralelos a la aventura, el juego ofrece la oportunidad de bailar en la disco-Ham, combinando los diferentes lexi-ham pueden obtenerse unos pasos de baile muy originales.
Estos hámsters virtuales son una maravilla y, además de no tener que limpiar su jaula, harán las delicias de los padres, incluso de los que tienen fobia a las ratas.
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