Fútbol, terapia de perdedores

El Teatro Cervantes de Málaga se volvió a llenar de rostros del celuloide nacional. Ernesto Alterio, Alberto San Juan, María Esteve y Fernando Tejero acompañaron ayer a David Serrano en el preestreno nacional de su primer largometraje como director, Días de fútbol, un acto organizado por el Festival de Málaga-Cine Español. La película, que se estrenará en las salas comerciales el próximo 19 de septiembre, ha contado con muchos de los actores que integraron el equipo de Al otro lado de la cama, la cinta española más taquillera de 2002, de cuyo guión es responsable David Serrano.

Días de fútbol cuenta el resurgir de siete amigos, cada uno de ellos con situaciones vitales totalmente diferentes, gracias a la reconstrucción del equipo de fútbol que tenían cuando eran unos chavales, cuando todo parecía más fácil y las decisiones no tenían que cambiarlo todo. Jorge es uno de los siete. A él una respuesta inesperada le ha dado un vuelco a su vida. Su novia le ha dicho que no cuando le proponía matrimonio. "Mi personaje nunca ha tenido en cuenta sus propios deseos, sino que siempre se ha guiado por las convenciones, por lo que se supone correcto", explica Alberto San Juan.

Antonio es otro caso. Precisamente, tras su salida de la cárcel parece que comienza a tomar las riendas de su vida. "Antonio es un tipo con un pasado violento, algo que lo lleva a la cárcel, donde encuentra un grupo de terapia", comenta Ernesto Alterio. "De esa experiencia sale transformado, quiere ayudar a los demás y ser psicólogo", añade el actor.

Junto al coro de personajes masculinos se encuentran sus mujeres. Días de fútbol es una película de hombres. "Por eso, para que los personajes femeninos no perdiesen identidad tuvimos que trabajarlos mucho", dice la actriz María Esteve.

David Serrano afirma que introdujo en el guión muchos cambios que sugirieron los actores. "Lo he vuelto a rescribir en los ensayos. Ellos son también coguionistas", dice Serrano. "A veces a los actores nos llaman muñecos. Pero David sabe que los actores pueden pensar. Él se ha preocupado de que exista complicidad entre el director y los actores", afirma San Juan.