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Reportaje:

El Greco combate la corrupción

Drago Kos explica en la UIMP cómo funciona el organismo que recomendó a España más recursos e independencia

Ferran Bono

Al final a uno de los asistentes al curso Corrupción, causas, efectos y tratamiento jurídico, que se imparte en la sede de la UIMP de Valencia hasta el viernes, le picó la curiosidad y le preguntó al árbitro internacional esloveno de fútbol Drago Kos si había pitado en alguna ocasión un partido de la selección española. Fue el momento más distendido de la intervención del también secretario de Estado de Interior de la ex república federada a la antigua Yugoslavia y presidente del Grupo de Estados Europeos contra la Corrupción, conocido por el acrónimo de Greco. Kos respondió que sí, bueno, que estuvo en Alicante hace un par de años en un España-Liechenstein pero no como árbitro principal, por lo que pudo hablar con el público. "Algunos intentaron sobornarme, pero era una broma, claro, no creo que se necesitara ningún soborno para ganar el partido", comentó mientras sonreía.

En cualquier caso, Kos afirmó que la corrupción en el deporte no es comparable ni mucho menos a la detectada en la "alta política". Algunos países del sudeste europeo son muy aficionados a las apuestas, pero las posibilidades, "las tentaciones", de corrupción en el deporte no se pueden situar en el mismo plano que el político.

Fue el único instante en que Kos salió del plano representado por sus funciones como presidente del Greco, un organismo creado en 1998 al que se han adherido libremente 35 países, entre ellos, España y también EE UU. Sin embargo, no se han integrado países tan relevantes en Europa como Italia o Austria.

El esloveno inició su conferencia recordando que ningún país es inmune a la corrupción y cualquier individuo puede verse ante la situación de enfrentarse a dos intereses incompatibles. Siendo entonces la corrupción un problema extendido a todas las sociedades, que provoca graves daños y "frena el desarrollo económico".

El Greco, así pues, pretende aunar y coordinar una serie de actuaciones encaminadas a la evaluación de la situación de sus países miembros, para después aportar unas recomendaciones con el fin de atajar o controlar la corrupción. Así se analizan unos a otros. No se trata de un nuevo cuerpo policial.

En la primera ronda de evaluación que se hizo, España recibió hasta 10 recomendaciones, que van desde la necesidad de establecer una estrategia multidisciplinar frente a la corrupción, hasta la conveniencia de ampliar los delegados del fiscal del Estado en las principales ciudades españolas, pasando por la constatación de que son necesarios más recursos además de garantizar la independencia financiera y de actuación de los organismos contra la corrupción.

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"Es evidente" que España ha hecho oídos sordos a la recomendación relativa a crear una estrategia multidisciplinar, vino a decir Kos. "La fiscalía podría hacer mucho más", agregó El Greco fija un tiempo para elaborar un informe sobre la aplicación de estas recomendaciones. Desde diciembre de 2002, aún no se ha entregado ese informe. El Gobierno del PP tampoco firmó el convenio penal contra la corrupción en 1999, lo que provocó una intensa polémica política que incluso llegó a traducirse en interpelaciones parlamentarias.

Kos no quiso extenderse a la hora de hablar de países concretos o ante la pregunta directa de los informadores, de qué países son más corruptos y por qué. Cuando se le preguntó por el nivel de aplicación de las recomendaciones en España, señaló que la respuesta está a ojos vista.

También los informadores le inquirieron sobre qué países europeos son más corruptos. Kos respondió que es difícil saberlo dado que los factores son muchos y diversos en cada caso y además no es una función del Greco. "No decimos si un país es muy corrupto o no. Sobre todo, no comparamos. No sería justo". Un poco más tarde añadió elegantemente, que los países del Este que proceden de la órbita de la extinta URSS concentran un mayor número de recomendaciones del Greco, y que los países del norte cuentan con un menor número que los del sur.

En cualquier caso, la ONU y ONG como Transparencia Internacional confeccionan listados de países en relación con la corrupción, añadió Kos.

El presidente del Greco también respondió que las medidas para hacer público el patrimonio de los políticos están muy extendidas en diversos países, sobre todo del norte de Europa donde se llega a colgar en Internet esos datos. Otros países que dicen ser favorables se amparan en la protección de datos personales para no obligar a sus políticos. Kos es de la opinión que en el futuro se implantará más esta medida.

En la jornada de ayer, también participaron Manuel Lezertúa, secretario ejecutivo del Greco, y Juan Carlos Ferré, catedrático de Derecho Penal. Lezertúa señaló que España es el único país que no ha firmado los convenios penal y civil contra la corrupción, con lo cual a "España no se le puede controlar mediante los convenios".

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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