2.000 fieles de Vic acompañan al obispo Guix en su despedida

El actual obispo de Vic, Josep Maria Guix, se despidió ayer de los feligreses de su diócesis con una misa de acción de gracias en la catedral de la ciudad, a la que asistieron más de 2.000 fieles y en la que reflexionó sobre su trabajo a lo largo de los 20 años que ha ocupado el cargo. Acompañado por el obispo emérito de Girona, Jaume Camprodon, natural de la comarca de Osona, y por un centenar de sacerdotes de la diócesis, Guix, que ya ha cumplido los 75 años, destaó que no quería despedirse "haciendo un análisis, y menos un juicio, porque no se puede hacer con causa propia".

La pasada semana, Guix se mostró crítico con el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, al considerar que "no es bueno" que sea el único que proponga el nombre de candidatos a ocupar los obispados vacantes en Cataluña. Ayer destacó su voluntad evangelizadora y animó a su sustituto a "continuar esta tarea". Guix será sustituido por Romá Casanovas, muy cercano a Carles, con el que coincidió en la diócesis de Tortosa, de la que ambos provienen.

Guix también admitió haber cometido errores: "Si las cosas se pudieran hacer dos veces no dudaría en hacer algunas de otra manera", dijo.