IU exige a Ruiz-Gallardón que empiece a expropiar para evitar la especulación con los pisos ruinosos de Lavapiés

Lo que hizo el pasado miércoles el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando anunció a bombo y platillo la ampliación del Plan de Rehabilitación de Lavapiés (Centro) iniciado en 1997, es "vender como proyecto de futuro lo que no ha sido sino un rotundo fracaso". Es la opinión del grupo municipal de IU, que ayer expresó sin ambages su portavoz, Inés Sabanés, antes de exigir al alcalde que "agilice las expropiaciones" de edificios en ruina, cuyos propietarios se niegan a rehabilitarlos, y aumente las subvenciones para familias sin recursos que no pueden costearse la reforma.

Según Sabanés, que maneja datos recabados por los colectivos vecinales de Lavapiés, el balance de seis años de plan de rehabilitación es mucho peor del que ofreció el miércoles Ruiz-Gallardón: el Ayuntamiento ha fracasado radicalmente en su compromiso de eliminar 2.170 infraviviendas del barrio -IU asegura que sólo se ha erradicado el 4%, mientras que la concejalía de Urbanismo eleva esa cifra al 20%- y no ha mostrado ninguna voluntad por mejorar las condiciones medioambientales, de tráfico y de convivencia de Lavapiés.

La zona "ha sufrido en los últimos años un fuerte aumento de la presión del tráfico, como consecuencia de la instalación de gran número de comercios mayoristas que provocan un uso intensivo de las calles para operaciones de carga y descarga [...], con la consiguiente contaminación ambiental y acústica", relata el documento presentado por Sabanés y el edil Justo Calcerrada y que recoge el plan alternativo de IU para Lavapiés. La formación exige que el gobierno extienda a otras calles las "medidas de semipeatonalización ensayadas en Huertas" y estudie fórmulas para controlar la "saturación del área por el comercio mayorista".

Igualmente, IU reclama que el Ayuntamiento se comprometa a buscar una solución al conflicto del centro social okupa El Laboratorio, desalojado cuatro veces por la policía a pesar de haberse convertido en "uno de los espacios emblemáticos de la cultura alternativa en este país".

Pero, sobre todo, Sabanés planteó la necesidad de dar un auténtico impulso a la rehabilitación de las viviendas más antiguas del barrio con una medida que hasta ahora "no se ha aplicado por falta de voluntad": la expropiación a "comunidades en las que la operación está bloqueada por algún propietario o edificios con propietario único cuyo objetivo último es la ruina del mismo [para poder especular después con la parcela resultante]".

Fuentes de la concejalía de Urbanismo aseguraron que las ordenanzas sólo permiten expropiar en esos casos desde junio de 2002, y anunciaron que el nuevo gobierno municipal hará uso de esa posibilidad en los próximos meses.