Señores de las dunas y del oro negro

La familia Al Saud es la única del mundo que le ha colocado su apellido al nombre oficial del país que gobiernan. Las cosas podrían haber sido de otro modo: hace cien años eran tan sólo una nutrida parentela de comerciantes de los oasis del centro de la península, la región más pobre y deshabitada del país. Controlaban una pequeña población, Riyad, y tenían algún antepasado con un glorioso historial de resistencia al Imperio Otomano. Había decenas de familias con credenciales similares. Algunas, como la dinastía sharifiana que gobernaba en La Meca, contaban con un linaje más noble.

Una combinación de factores permitió el ascenso del clan Saudí: la inexorable descomposición del Imperio Otomano, la injerencia británica, un líder carismático como Ben Saud (1880-1953) y la doble alianza que este hombre supo forjar. Por un lado, con los mutawwaa, hombres de religión que ejercieron un férreo control social en las poblaciones conquistadas, y por otro, con los ijwan, una suerte de ejército semipermanente de nómadas. En treinta años, Ben Saud consiguió controlar casi toda la península.

Madawi al Rasheed, catedrática de teología y estudios sobre religión en el King's College de Londres, estudia el proceso de formación del Estado Saudí y analiza las consecuencias que éste ha tenido en las décadas recientes: debido a sus compromisos religiosos y a sus alianzas internacionales, la dinastía gobernante se ve forzada continuamente a alcanzar delicados equilibrios entre tradición y modernidad. La explotación de la riqueza petrolífera del país complica aún más la situación obligando a bandearse entre la tentación del lujo y las exigencias de austeridad.

Estas bases tan inestables son las que explican en buena medida el crecimiento de una contestación interna de carácter fundamentalista dentro de la cual podemos incluir a Bin Laden y a gran parte de los integrantes de la red terrorista Al Qaeda. El presente y los posibles caminos por los que puede discurrir el futuro se explican una vez más a partir del estudio del pasado.

La colección de libros de historia que Cambridge University Press viene publicando en España desde hace cinco años tiene como objetivo primordial cumplir con ese propósito de contribuir a la comprensión de la actualidad. Por el momento se han publicado 15 títulos, en buena medida caracterizados por el don de la oportunidad: cuando Pinochet se encontraba bajo arresto domiciliario en el Reino Unido apareció una Historia de Chile 1808-1994 firmada por Simon Collier y William F. Sater. La próxima ampliación de la Unión Europea explica la publicación de una Historia de Polonia a cargo de Jerzy Lukowski y Hubert Zawadzki. Los últimos tres títulos publicados en esta colección son Historia de Irak, de Charles Tripp; Historia de la India, de Barbara D. Metcalf y Thomas R. Metcalf, y esta Historia de Arabia Saudí.