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Camps anuncia un homenaje a la Constitución el próximo 9 d'Octubre

Pla lamenta "el inmovilismo, centralismo y uniformidad" del PP

El debate sobre el modelo territorial del Estado fue el eje de sendas intervenciones públicas de Francisco Camps y Joan Ignasi Pla que abrieron ayer un curso político sobre el que pesan las elecciones generales previstas para mayo de 2004. Si el presidente de la Generalitat anunció que el próximo 9 d'Octubre "será un reconocimiento a la Constitución", Pla lamentó el "inmovilismo, centralismo y uniformidad" que impera en el PP.

La propuesta esbozada por Pasqual Maragall, presidente de los socialistas catalanes, en torno a la definición de un modelo de cooperación económica entre varias regiones mediterráneas en el seno de la Unión Europea estuvo presente en las intervenciones de los dos principales dirigentes políticos valencianos.

Camps, en los previos de una reunión con los altos cargos de la Generalitat, descartó de plano una posible eurorregión: "No queremos que nadie venga a decirnos si somos tal o cual cosa, somos una región europea, una macrorregión europea". El presidente de la Generalitat eludió el fondo económico del asunto y calcó el discurso de José María Aznar, presidente del Gobierno: "Me parece una irresponsabilidad de primera magnitud que alguien ponga en duda la Constitución Española, cuando estamos encantados de ser valencianos en la España constitucional y la Unión Europea". Y emplazó al líder de la oposición en las Cortes Valencianas a expresar su posición al respecto.

Pla, después de una reunión con la cúpula del PSPV, había anticipado la réplica. El secretario general de los socialistas valencianos afirmó que la cooperación entre los antiguos territorios de la Corona de Aragón y las regiones francesas de Languedoc-Rousillón y el Midi Pyrinées mejoraría la "calidad de vida de los valencianos" al fomentar las conexiones con Europa, las oportunidades empresariales y el desarrollo de infraestructuras. Según Pla, el aluvión de críticas lanzadas desde el PP contra Maragall, provienen del "seguidismo" que los dirigentes valencianos hacen de la "política destructiva de Aznar", que no distingue entre el plan Ibarretxe y una propuesta que persigue avanzar en la construcción europea.

El secretario general del PSPV fue más lejos al afirmar que Aznar permanece "anclado en un planteamiento preconstitucional" que extiende de forma uniforme al resto del PP.

El propio ministro de Trabajo y ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, recordó Pla, defendió con "afán desmesurado" la cooperación con otras comunidades de la antigua Corona de Aragón y se postuló como líder de un renovado Arco Mediterráneo hasta que se le ordenó "callar" desde la Moncloa.

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El nuevo presidente de la Generalitat, que tomó posesión con un sentido discurso autonomista, instó a sus altos cargos a seguir al dictado el orden institucional vigente y evitó toda mención a cualquier reforma del Estatuto. "Tenemos que hacer defensa permanente de nuestro proyecto y de nuestro modelo autonómico y constitucional", afirmó Camps. Y avanzó un gesto teñido de simbolismo. La jornada institucional del próximo 9 d'Octubre, Día de la Comunidad Valenciana, "será un reconocimiento a la Constitución Española que nos ha permitido recuperar las instituciones de autogobierno". "En lugar del hablar del medioevo, hablaremos del presente y del futuro", añadió Camps, en alusión a las menciones de Maragall a la Corona de Aragón.

Pero el secretario general del PSPV apuntó otras líneas de futuro. Según Pla, las críticas de los populares a la idea de una macrorregión europea tienen su origen en un "sentimiento de inferioridad" que ya tenían "los padres de los actuales dirigentes del PP, quienes bloquearon sistemáticamente el autogobierno de nuestra comunidad, e impidieron que lográsemos el mismo desarrollo que las comunidades históricas" cuando se pactó el actual modelo de Estado de las Autonomías.

El mano a mano entre ambos dirigentes, en discursos separados, siguió el guión. Camps preguntó: "¿Por qué hay gente empeñada en poner en duda la España constitucional cuando mejor funciona? ¿Por qué se empeñan en plantear cosas que no tienen nada que ver con nuestra historia?"

El presidente de la Generalitat puso en entredicho cualquier modelo "asimétrico" y aseguró que tales iniciativas ponen en peligro proyectos como el Plan Hidrológico Nacional o las obras del tren de alta velocidad.

Pero Pla negó que las iniciativas de Maragall enmascaren proyectos para someter a nadie. El dirigentes socialista puntualizó que "Cataluña no puede ni debe encabezar nada sin los demás", porque "la fuerza de la cooperación" se basa "en la igualdad". "Los socialistas valencianos no estamos acomplejados ni ante Aznar ni ante Maragall", afirmó Pla, y "queremos consolidar una España plurinacional, dinámica, moderna y con vocación europea".

Pla destacó la sintonía que existe en esta materia con el secretario general de su partido, José Luis Rodríguez Zapatero, que quedará patente en la convención territorial del PSOE que se celebrará mañana en Santillana del Mar (Cantabria).

Frente a las denuncias sobre la ausencia de modelo territorial que el PP vierte sobre los socialistas Pla acusó a Camps de revivir "fantasmas anticatalanistas" para "tapar sus vergüenzas".

Vergüenzas que concretó en "la descalificación absoluta" que han sufrido las propuestas de desarrollo del autogobierno que desgranó el presidente de la Generalitat en su discurso de investidura por parte de la dirección nacional del PP, empeñada en la uniformidad de un discurso inmovilista.

"Máximo esfuerzo"

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, es también secretario general del PP en la Comunidad Valenciana. Ayer hizo gala de esa doble vertiente ante los altos cargos de la Generalitat cuando pidió "la máxima atención y esfuerzo para que el PP vuelva a ganar las elecciones generales en marzo de 2004" que, dijo, "son fundamentales para garantizar más años de prosperidad y progreso" para la Comunidad Valenciana.

Camps explicó que las prioridades de gestión de gobierno serán trazadas en las comparecencias de los consejeros en las Cortes Valencianas.

El presidente de la Generalitat se limitó a subrayar la importancia de un nuevo triunfo electoral del PP en toda España para garantizar la ejecución del trasvase de aguas del Ebro y del tren de alta velocidad.

"Sólo el PP garantiza el plan hidrológico y el AVE", afirmó. Y de acuerdo con la feliz posición que atribuyó a la Comunidad Valenciana en el seno de la Constitución, el presidente de la Generalitat remató: "Son una elecciones españolas, luego son nuestras".

Fue sólo el primer acto de un curso electoral. Pero militantes y dirigentes del PP están convocados hoy a una segunda harenga del presidente regional, Eduardo Zaplana, en Altea.

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