El alcalde de Salamanca desmantela el centro de arte

De "decisión personalísima" ha calificado el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote (PP), la extinción de la Fundación Centro de Arte de Salamanca (CASA), para integrarla en la Fundación Salamanca de Cultura, ambas constituidas el pasado mes de marzo como herederas del Consorcio Salamanca 2002, que gestionó el año de la capitalidad cultural europea. La decisión ha acarreado la dimisión del director de la fundación extinguida, Alberto Martín Expósito, que ha explicado "no querer ser cómplice" del despido de todo el equipo del CASA rubricado por el alcalde, que ha firmado también la extinción del contrato de todos los trabajadores de la otra fundación, 27 en total, alegando no haber superado "el periodo de prueba", aunque los empleados habían figurado en los equipos de programación de Salamanca 2002. La nueva orientación se encuentra determinada por problemas económicos, con deudas de unos ocho millones de euros, relacionadas con costes añadidos por las modificaciones presupuestarias en la construcción de infraestructuras culturales.

La extinción de la Fundación Centro de Arte de Salamanca -el único centro de 2002 que se encuentra abierto actualmente, con dos exposiciones preparadas por el anterior equipo, aunque controlado sólo por personal de seguridad y sin ningún técnico- ha coincidido con el nombramiento del etnógrafo Juan Francisco Blanco como director de la única fundación municipal que gestionará a partir de ahora la cultura.

La nueva situación supone la ruptura con la política cultural desarrollada durante los últimos meses, aunque el alcalde alardeó de sus buenos resultados y aseguró el compromiso para mantenerla "en una Salamanca que depreda tantas cosas", según dijo precisamente en apoyo de Alberto Martín al confiarle la dirección del Centro de Arte. El nuevo director ha señalado que se encuentra en marcha un proyecto "diferente", sin especificar más, para el conjunto de la propuesta municipal cultural.

"El alcalde ha destrozado la herencia de Salamanca 2002 y, con su decisión, ha causado un daño irreparable a la ciudad, al romper una trayectoria y unos compromisos marcados, lo que se advertirá especialmente en el Centro de Arte", ha señalado Fernando Pablos, portavoz del grupo municipal socialista, que también ha expresado el temor a que "el futuro que nos espera sea el de una cultura dirigida". Además, Pablos ha precisado que "el alcalde no puede disolver una fundación por una decisión personal, sino que tendrá que ser el patronato municipal el que estudie el problema y decida de acuerdo con los estatutos, donde figuran las causas de extinción, que aquí no se dan". No obstante, el PP sacará adelante la propuesta, porque cuenta con mayoría. Precisamente en el momento de establecerse las dos fundaciones el grupo socialista se opuso a la propuesta del equipo de gobierno de fragmentar la gestión cultural, por considerar más racional un solo órgano. Los problemas económicos se señalan como motor de la crisis, "porque hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento no ha aprobado aún sus presupuestos de este año", ha recordado Fernando Pablos, "y en ellos cuenta la deuda derivada de Salamanca 2002, que el alcalde ha tratado de endosar a las administraciones central y autonómica, sin conseguirlo".