Unió ingresa en donativos anónimos cinco veces más que por cuotas
El partido de Duran recaudó 1,64 millones de euros en 2000
Unió Democràtica (UDC) tiene pocos militantes, pero sus simpatizantes son de una gran generosidad, aunque sólo ellos y los dirigentes conocen su nombre. El partido democristiano se ha convertido en la formación catalana que más donativos anónimos recibe -dobla los de su socio Convergència Democràtica (CDC)- y recauda casi tanto como el PP en toda España. En 2000, último ejercicio fiscalizado por el Tribunal de Cuentas, Unió consiguió en donativos anónimos cinco veces más que en cuotas de afiliados, una proporción inaudita en España.
Los donativos anónimos son perfectamente legales, si bien el Tribunal de Cuentas, año tras año, insinúa en su informe sobre la financiación de los partidos que la legislación chirría. La ley fija en 60.100 euros el límite para las aportaciones privadas, pero también admite los donativos anónimos, y eso hace imposible verificar si el límite se respeta.
El último informe, correspondiente al ejercicio de 2000 (cifrado por tanto en pesetas), pone de manifiesto que UDC, el socio menor de Convergència i Unió (CiU), es el partido español con más habilidad para acopiar este tipo de fondos. Obtuvo donativos anónimos por importe de 273,3 millones de pesetas (1,64 millones de euros), apenas 360.000 euros menos que los recaudados por el PP en toda España. Pero mientras el PP declara tener unos 630.000 militantes, el partido que dirige Josep Antoni Duran Lleida cuenta apenas con 20.000.
El peso de estos donativos en el presupuesto de Unió, cuya presunta financiación irregular está siendo investigada en los tribunales a raíz del caso Pallerols, es enorme. Supone una recaudación cinco veces superior a lo que el partido obtiene por cuotas de militantes, que en el ejercicio analizado sumó únicamente 327.000 euros.
Esta proporción no tiene parangón en la política española. Las cuotas de afiliados sólo suponen el 16,6% de los ingresos privados de Unió. Sólo el Partido Nacionalista Vasco (PNV) declara más dinero por donativos anónimos que por cuotas de militantes, pero éstos aportan el 36,9% de los ingresos privados. En el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) el porcentaje de las cuotas asciende hasta el 56,2%, en CDC sube hasta el 60,9 % -aunque su contabilidad no distingue entre cuotas de militantes y aportaciones de cargos públicos- y en el PP alcanza el 78,4%. En el ejercicio de 2000, los donativos anónimos declarados por el PSOE -16.227 euros- son irrelevantes en su presupuesto.
El informe revela que, por primera vez en muchos años, Unió supera a sus socios de Convergència en la recaudación de donativos anónimos. La proporción entre CDC y UDC suele ser de tres a uno a favor del partido de Jordi Pujol -en militantes, en diputados, en poder interno en la Generalitat-, pero los donativos marcan la excepción a la regla.
En 2000, UDC casi dobló lo obtenido por Convergència, que desde principios de la década de 1990 recauda decenas de millones mediante unos bonos de 30 o 150 euros que pueden adquirirse en unas pocas entidades bancarias nunca publicitadas. CDC obtuvo por este sistema 839.613 euros, muy lejos de los 1,64 millones de Unió, de los cuales 266.248 fueron recaudados en actos de este pequeño partido, según sus cuentas.
El PNV obtuvo 1,07 millones de euros, aunque este partido declara unos ingresos por cuotas de militantes de 626.254 euros. El PSC estrenó en 2000, ya con Pasqual Maragall y sus nuevas técnicas al frente de esta formación, una cierta habilidad para recaudar este tipo de fondos. Recibió donativos anónimos por valor de 426.117 euros.
En cualquier caso, estos ingresos son el chocolate del loro para los partidos grandes. Lo mismo sucede con las cuotas. En el PP, por ejemplo, no darían ni para pagar la mitad de los gastos de personal, que en 2000 supusieron 20,19 millones de euros, cifra similar a la del PSOE. La financiación les llega a través del Estado. Ese año, al PP le correspondieron 74 millones de euros, y al PSOE, 57 millones.
La caja del PP engorda
El PP declaró en 2000 unos ingresos de 2,01 millones de euros en donativos anónimos. De estos, 474.198 los recaudó la organización nacional y 1,54 millones el conjunto de delegaciones territoriales, entre las cuales destacan Galicia y la Comunidad Valenciana. Si se suman las aportaciones nominales, se llega a 3,02 millones ingresados al margen de las cuotas de militantes. La cifra supone que el PP ha doblado ese concepto desde que está en el Gobierno.
En el informe de 1995, el PP sólo declaraba 1,63 millones de euros por "donativos", apartado que incluye anónimos y nominales, -aunque los nombres no se hacen públicos-. Desde entonces, el PP ha duplicado casi todos sus ingresos, mientras los socialistas se estancaban. Las cuotas de militantes populares, por ejemplo, suponían ese año 4,3 millones de euros. El PSOE le superaba, con 5,16. Los socialistas sólo recibieron 117.708 euros por donativos anónimos en 1995.
Cinco años después, ya en el Gobierno, el PP multiplicó su atractivo para generosos mecenas anónimos, pero también para militantes. En 2000 ingresó 7,34 millones de euros en cuotas, mientras el PSOE -que ese año vivió una debacle electoral- ya había bajado a 3,65 millones.
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