_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Todo es (im)posible

Espídico cruce entre una película de espías y las evoluciones (im)posibles del filme de kung-fu, Enemigos es un artefacto posmoderno en el que sus guionistas, su director y hasta sus intérpretes pasan olímpicamente de cualquier relación causa-efecto, de toda lógica narrativa convencional. Y todo para dedicarse a lo que más interesa en estos casos: los mamporros, las explosiones, los tíos que saltan por el aire, los omnipresentes efectos especiales digitales: la espectacular, abusiva y a la larga canalla lógica de lo más difícil todavía.

Como si se tratara de eliminar del camino cualquier atisbo de sentido, todo el filme se orienta en la dirección del más puro artificio (véase la interminable, aunque efectiva, secuencia de la trampa-tiroteo hecha para que Lucy Liu luzca sus progresos en las artes marciales: no se actúa en vano en Los ángeles de Charlie), del combate sin fin. Cierto, el imposible Kaosayananda (que firma sólo Kao, por razones harto comprensibles) demuestra competencia profesional para dirigir las secuencias de acción. Pero es bien sabido que un guiso no se hace sólo con condimentos y aderezos..., algo que las películas contemporáneas de acción han olvidado hace tiempo.

ENEMIGOS

Director: Wych Kaosayananda. Intérpretes: Antonio Banderas, Lucy Liu, Gregg Henry, Ray Park, Talisa Soto, Miguel Sandoval. Género: acción criminal, EE UU, 2002. Duración: 91 minutos.

En el caso que nos ocupa, lo que han olvidado incorporar a la cazuela es sencillamente la construcción de unos personajes plausibles, que vayan un poco, sólo un poquito, más allá del cliché más desaforado (agente secreto de vuelta de todo, luchadora invencible, malo hipermalísimo, esas cosas). No contentos con eso, el guión hace aguas con una inverosímil historia de muertas reaparecidas, engendros diabólicos de tecnobiología y alguna cosilla más. Y en cuanto a Banderas, bien, gracias: pone una única cara, a medio camino entre el sufrimiento y la sabiduría, que le dura toda la película y a cobrar, que para eso se hacen estas tonterías.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_