Cumplido el primer objetivo

Jesús Carballo y Gervasio Deferr son los gimnastas españoles más conocidos gracias a sus medallas olímpicas y sus títulos mundiales. Pero el décimo puesto por equipos obtenido por España en los Campeonatos del Mundo, en Anaheim (California, Estados Unidos) no sólo iguala el mejor de su historia, sino que demuestra que hay algo más que dos grandes estrellas. Deferr ni siquiera ha acudido a esta cita por culpa de una lesión en la espalda y Carballo, que acaba de recuperarse de otra de rodilla, sólo ayudó en tres de los seis aparatos.

La medida de la calidad gimnástica de un país se mide en la competición por equipos de seis gimnastas. En ella los cracks sólo son una nota más. Cinco son los que actúan en cada aparato -suelo, potro con arcos, anillas, salto, paralelas y barra fija- y se contabilizan las cuatro mejores puntuaciones en cada uno. Es, pues, una prueba de estrategia en la que los entrenadores deben combinar a los especialistas en una o varias modalidades con los absolutos para lograr el mejor resultado.

El cóctel de España no funcionó bien el sábado, cuando tres de los atletas fallaron en el potro con arcos. A pesar de ello, al día siguiente, en la madrugada española de ayer, consiguió instalarse en la élite de un deporte que se ha puesto muy difícil tras la desaparición de la Unión Soviética. Sus 220,332 puntos, dos menos que los calculados por los responsables del conjunto para lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 -los doce primeros puestos daban el pasaporte- la colocaron décima entre 52 países.

Aparte del español, otros once equipos se han ganado el derecho a estar en Grecia: Estados Unidos, empujado por un público chillón hasta el histerismo; Japón, China, que falló más de lo esperado; Rumania, Corea del Sur, Rusia, que no es la de los buenos tiempos; Francia, Ucrania, Canadá, Italia y Alemania, de los que los ocho primeros disputarán hoy por la noche (La 2 y Teledeporte, 02.55) la final. Bielorrusia, el campeón vigente, ha sido el gran derrotado.

Los artífices del éxito español son casi desconocidos para el gran público, pero llevan logrando resultados importantes en Campeonatos de Europa y Mundiales desde finales de los 90: Àlex Barrenechea, el campeón nacional, que ha acelerado su recuperación tras una operación en un hombro para estar en Anaheim; Víctor Cano, el cuarto mejor europeo en el potro con arcos; Oriol Combarros; Rafael Martínez, el mejor español del momento; Andreu Vivó, séptimo en las paralelas en los Mundiales por aparatos de 2002, y Jesús Carballo. El núcleo es el mismo que consiguió -también con la décima posición- la primera clasificación olímpica, la de Sydney 2000, y que se estrelló en los Mundiales de Gante 2001: 14º.

El resultado tiene más valor si se tiene en cuenta la confusión con que se ha planificado este periodo olímpico. Después de Sydney se hizo cargo del cuadro Roberto Berciano, cuyos métodos diferían bastante de los del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), del que han salido Deferr y otros tres gimnastas. Pero hace medio año Berciano fue sustituido por el ex gimnasta olímpico Álvaro Montesinos, al que respalda Alfredo Hueto, responsable del mencionado CAR.