Las tormentas dejan sin suministro eléctrico varios pueblos de La Plana durante cinco horas
Los daños en la catenaria y los fallos en la corriente afectaron a 14 trenes y a 2.500 viajeros
Las fuertes tormentas que ayer azotaron el centro y el norte de la Comunidad Valenciana dejaron sin luz a numerosos municipios de Castellón. Desde las siete de la mañana hasta el mediodía, localidades como Catellón de la Plana, Benicàssim u Oropesa, sufrieron cortes intermitentes del fluido eléctrico que en algunos casos duraron hasta cuatro horas. El aparato eléctrico que acompañó a las precipitaciones parece ser la causa del fallo producido en el corredor ferroviario del mediterráneo, que afectó a 14 trenes con origen o destino en territorio valenciano y a 2.500 viajeros.
Iberdrola reconoció ayer haber sufrido una "avería general" que afectó a los municipios de Castellón de la Plana, Benicàssim, Oropesa, Cabanes, La Pobla de Tornessa, Almassora y Borriol. La compañía eléctrica explicó que el fallo se había debido al aparato eléctrico que acompañó a las tormentas, así como al fuerte viento, "que transportaba ramas y plásticos" que, al impactar contra las líneas, provocaron que se apagaran "al notar un cuerpo extraño encima de ellas".
La compañía dio la situación como prácticamente controlada a primera hora de la tarde. Los fallos, sin embargo, volvieron a reproducirse más tarde, aunque según Iberdrola se limitaba a un "pequeño goteo de averías" que afectaban a "pequeños grupos de clientes". Las compañía eléctrica aseguraba que tendría controlada la situación para la noche de ayer.
La falta de corriente afectó especialmente a los ferrocarriles que cubren el corredor del mediterráneo. Catorce trenes de grandes líneas de Renfe que debían recorrer la Comunidad Valenciana sufrieron retrasos, que fuentes de la compañía estimaron que como media alcanzaron las tres horas. Cinco fueron anulados. Ello obligó a esperar a 2.500 viajeros, una parte de los cuales fueron transportados por carretera hasta sus lugares de destino. La mayoría de los ferrocarriles se dirigía o provenía de Barcelona.
Fuentes de Renfe aseguraron ayer que en todos los trayectos menos uno, la falta de corriente se debió a "fallos en la empresa distribuidora", es decir, Iberdrola. La excepción fue un tren Arco que quedó detenido en el tramo entre Benicàssim y Oropesa debido a los desperfectos causados por un rayo que impactó sobre la catenaria. Otro tren, que cubría la línea entre Barcelona y Málaga, fue desviado a última hora de la tarde hacia Madrid para evitar la Comunidad Valenciana. Los pasajeros que debían tomarlo en las estaciones de Valencia y Alicante fueron traslados hasta Alcázar de San Juan en autobús, para seguir desde allí trayecto hasta Andalucía.
Aunque los puntos más afectados por las tormentas se localizaron en la provincia de Catellón, la mayor cantidad de agua se registró en la de Valencia. Así, en Bétera, donde las precipitaciones fueron muy intensas desde primera hora de la mañana, se recogieron 77 litros por metro cuadrado. Antonio Clavel, un vecino de 84 años que presenció la tormenta desde el interior de su casa, aseguró que la lluvia cubría totalmente la calzada y las aceras de su calle. "Ha sido una barbaridad lo que ha caído, y cada segundo, un relámpago o un trueno". Los chubascos provocaron la caída de un árbol en la carretera CV-333, que une la localidad con Olocau, a la altura del kilómetro dos. El tronco fue retirado por los bomberos sin que causara retenciones significativas. En el mismo término municipal de Bétera, un rayo derrumbó un poste de la luz en la urbanización El Brucar, lo que también exigió la intervención de los bomberos. La urbanización quedó además temporalmente aislada a causa de la fuerte corriente que bajaba por los dos caminos que dan acceso a la misma. El Barranc del Carraixet se llenó súbitamente, lo que llevó al corte preventivo de dos de los pasos que lo cruzan en los caminos de La Torre y Algezares, ante el temor de que el cauce se desbordara.
Los equipos de emergencia actuaron también en Olocau y en Llíria. En este último municipio se tuvo que proceder a achicar agua en la iglesia de San Francisco, que había quedado parcialmente inundada. En L'Eliana, la lluvia entró en varias viviendas y dejó algunos árboles medio caídos, según la Policía Local.
Vilamarxant fue la segunda localidad que más agua recogió, con 73,8 litros por metro cuadrado, aunque no se informó de daños relevantes. También Serra, con 31,2 litros con metro cuadrado y Pedralba, con 23, soportaron precipitaciones significativas.
En la provincia de Castellón, la lluvia provocó inundaciones en zonas bajas de Onda, Castellón de La Plana y Vila-real, donde los bomberos tuvieron que achicar agua de la estación ferroviaria. Las precipitaciones más significativas se dieron, entre las 6 y las 10 de la mañana, en Alcalà de Xivert, donde la lluvia descargó 66,2 litros por metro cuadrado; en Borriol, 65,8; Sot de Ferrer, 62,2; y, Vila-real, que recogió 54.El impacto de un rayo sobre el campanario de Vilafranca, Castellón, a las siete de la mañana, provocó el desprendimiento de la veleta con su base. La roca, que supera los 100 kilos, cayó sobre una vivienda situada junto a la iglesia sin que se registraran heridos. La colisión agujereó el tejado y dejó un boquete de 30 centímetros. Los cascotes cayeron a menos de un metro de la cama de uno de los residentes que, en esos momentos, no se encontraba en la habitación. El alcalde de Vilafranca, Óscar Tena, se congratuló de que no hubiera habido daños personales.
Ante el riesgo de que el fenómeno tormentoso continuara, la Generalitat Valenciana decidió ayer mantener el estado de Preemergencia por chubascos fuertes y granizo. Al mismo tiempo, se decidió conservar la Preemergencia Extraordinaria ante el alto peligro de incendios forestales debido a que las tormentas pueden ir acompañadas de aparato eléctrico.
Este augurio se confirmó hacia las cuatro y media de la tarde en la provincia de Alicante, cuando un rayo caído sobre una zona de monte bajo del término municipal de Agres provocara un conato de incendio. Poco después, se producía un nuevo conato en una zona de matorral del término de Castalla, que, como el anterior, fue rápidamente controlado por un helicóptero y dos brigadas de emergencia trasladadas al lugar.
Para evitar incendios de mayores dimensiones, el Centro de Coordinación de Emergencias (CEE) permanece en continuo contacto con los ayuntamientos y organismos de servicios básicos, a los que transmite las predicciones que va emitiendo el Centro Meteorológico Territorial de Valencia.
La Preemergencia Extraordinaria prohíbe encender cualquier tipo de fuego, incluida la utilización de camping gas o similares, así como todas las acciones recogidas en los planes locales de quemas. Como excepción, señala la nota distribuida por la consejería de Presidencia, se permite encender fuego en las áreas recreativas autorizadas.
Después de las fuertes granizadas que anteayer azotaron el interior de la Comunidad Valenciana, especialmente Xàtiva, la piedra reapareció en la jornada de ayer. La situación más grave ocurrió en la autovía A-7 a su paso por Requena, en el que la circulación se vio cortada durante 15 minutos. Testigos que en esos momentos circulaban por el lugar aseguraban que sobre las cinco y media, la intensidad del granizo obligó a muchos conductores a detenerse. Muchos buscaron refugio bajo los puentes de la carretera, mientras la mayoría quedaron parados en los arcenes.
Tornado
Por otra parte, un videoaficionado grabó a media tarde de ayer en Almenara lo que aparentemente era un tornado que recorría el mar en dirección norte, sin causar daños en esta localidad castellonense. Este tornado podría ser el mismo que, horas después afectó al municipio catalán de Osona, donde arrancó algunos árboles, dañando algunas de las viviendas. Se prevé que el fenómeno tormentoso se desplace hoy hacia el norte.
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