Linux invade el 'software' público

La frase aparece en el Plan de Acción eEurope 2005 de la UE: "Los sistemas de información de la Administración pública se basarán en estándares abiertos. Se fomentará", añade, "el uso de programas de fuente abierta".

Gobiernos centrales, regiones, autonomías, Estados, ayuntamientos; el 63% de los organismos públicos de la UE ya utiliza software libre, cuyo programa más popular es el sistema operativo Linux. Extremadura y Andalucía han sido las pioneras en España.

En algunos casos, se trata de decisiones técnicas. En la era de la administración electrónica, los organismos públicos se han encontrado con un parque informático heterogéneo y donde los sistemas propietarios no dialogan entre sí. El software de fuente abierta puede ser libremente modificado y distribuido, permitiendo a los responsables técnicos estudiarlo, lo que, en teoría, mejora la comunicación entre los equipos, reduce los riesgos de fallos y virus, y es más barato.

Hay administraciones, además, que impulsan el software abierto como una opción política. Brasil se plantea imponer la compra de estos programas para fomentar la creación de una industria propia.

Esta mezcla de componentes técnicos y políticos está configurando una pelea de mercado como nunca antes se había visto en el negocio del software. Las compañías de hardware, con IBM a la cabeza, instalan Linux porque, entre otras cosas, la vida de sus antiguos sistemas propietarios se acaba. Y es un gran desafío para Microsoft, cuyo Windows -cerrado y sujeto al pago de licencias- compite con Linux. Microsoft, por ello, está desarrollando una política muy agresiva en el sector público, que incluye ofertas en los precios y compartir el código de Windows. El pastel es jugoso. El mercado del software cayó un 7% el pasado año; la Administración española se gastó en tecnología un 17,8% más.