La prostitución en la Casa de Campo
Parece ser que don Alberto Ruiz-Gallardón va a entrar en la misma dinámica solucionadora de problemas que el anterior regidor, Álvarez del Manzano, que ordenaba cortar el centro de la Casa de Campo para evitar la prostitución, pero permitía la circulación de vehículos durante la noche por todo el recinto, horas en las que presumiblemente hay más afluencia de vehículos, ya que son las horas punta en las que se ejerce la prostitución.
El sábado veníamos de viaje mi mujer y yo y decidimos atravesar el centro de la Casa de Campo para tardar menos tiempo en llegar a casa, ya que los paneles informadores de la M-30 indicaban que había un accidente en la N-V y que no se podía circular por la Casa de Campo porque había cortes de tráfico. La primera sorpresa fue que pudimos entrar sin problemas con nuestro coche a las 23.00. Además pudimos circular alrededor de todo el perímetro del lago de la Casa de Campo y contemplar la imagen de todas las meretrices que se hacinaban unas tras otras, ya que les habían reducido el espacio para ejercer su trabajo, además había cientos de vehículos circulando que paraban para hablar con ellas. Es verdad que había algunos cortes de tráfico que impedían el tránsito hacia otros lugares de la Casa de Campo, pero eran más bien pocos.
Esto son medidas disuasorias, pero no solucionadoras del verdadero problema. Si algún día proponen alguna medida eficaz para evitar la prostitución en la Casa de Campo, es previsible que las prostitutas se trasladen a otros lugares de Madrid.
Si las medidas sociales presentadas por el señor Gallardón para ofrecer a las prostitutas formación, asistencia y reinserción social son iguales que las "medidas" impuestas en la Casa de Campo, me parece que no va a ser posible acabar con la prostitución en las calles.
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