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La nueva cocina en casa | GENTE
Columna
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El frío, en la cocina

Cuando hablamos de la temperatura en la cocina pensamos, por un lado, en el calor, que nos aportan los fogones, y por el otro, en el frío, que puede ser de dos tipos: el ambiental y el de conservación. Hoy vamos a hablar del frío. Referente al ambiental, está fuera de dudas que el aire acondicionado mejora la calidad de trabajo en la cocina. En lo que se refiere a la conservación, existen dos clases de frío: el que llega hasta cero grados y el que está por debajo de esta temperatura, que corresponden respectivamente a las funciones de la nevera y del congelador. ¿Qué nevera hay que comprar? ¿Una mixta o dos electrodomésticos separados? Es una de las cuestiones que nos planteamos cuando hacemos una cocina nueva o renovamos la antigua. Yo soy partidario de tener la nevera y el congelador por separado, lo que no significa que tengan que ocupar más espacio. En las cocinas profesionales siempre es así, básicamente porque sus funciones son muy diferentes. De todos modos, está claro que si usted lo tiene en un mismo electrodoméstico no pasa nada, aunque para mí es mejor tenerlos por separado. Tengo que decir que echo en falta, tanto en las neveras como en los congeladores, un factor importante de las neveras profesionales, y es que estén forradas por dentro de acero inoxidable, lo que las convierte en mucho más resistentes. No es una cuestión de precio, pero es un hecho que la mayoría de las neveras caseras no están recubiertas de acero inoxidable. Otro hecho curioso es que en muchas neveras profesionales la puerta es de cristal, lo que casi nunca pasa en las neveras caseras. Debe de tener alguna explicación, pero a mí se me escapa. La verdad, sin embargo, es que el sector de los electrodomésticos está dando en los últimos años un paso adelante muy importante en lo que se refiere al diseño, lo que desemboca en que las neveras se adapten mejor a los hogares modernos. Lo más radical en este avance es la nevera inteligente, que muchos hemos visto en revistas pero que raramente hemos tocado. A la larga, estoy seguro de que se acabará incorporando a la vida diaria, por la ventaja que supone tener un ordenador que nos ayude en el control de los alimentos y que incluso nos pueda sugerir recetas en función de los productos que tengamos. Un último consejo: compre la nevera más silenciosa, ya que su ruido monótono puede convertirse en una molesta música de fondo. Espero que algún día se invente un silenciador de neveras.

Lo más radical es la nevera inteligente, que hemos visto en revistas, pero que raramente hemos tocado
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El lavaplatos

- CHOCOLATE POR LA TARDE. Es verano, se está muy bien a la sombra, sobre todo cuando sopla la brisa, pero a media tarde se nos despierta el apetito. ¿Qué hacemos? El resto del año, cuando estamos trabajando, ni tan sólo podemos pensar en la posibilidad de regalarnos una buena merienda, pero durante las vacaciones es otra cosa. En Inglaterra toman el té a media tarde, pero aquí somos más de café y chocolate. Para dar un toque personal a un chocolate deshecho, podemos aromatizarlo con canela y vainilla natural o, para los más atrevidos, con azafrán. Si lo quiere aún más original, haga chocolate desecho con leche de coco. Los muy amantes del chocolate pueden hacer unas tostadas de pan con unos bombones por encima que se desharán con el calor. Se les añade sal y aceite de oliva y están deliciosos. Con la leche de coco que ha sobrado haga unas torrijas, sustituyendo la leche de vaca por ésta.

- MANZANA. Una de las mejores maneras de comer manzanas es en zumo. Pase las manzanas por la licuadora y obtendrá un zumo maravilloso. Si lo quiere sofisticar, añádale un poco de albahaca picada y sírvalo en un plato hondo, junto con un helado de queso. Si no lo encuentra de queso, ponga uno de nata. La siguiente opción es una ensalada de manzana, con apio y nueces, sazonada con una mayonesa ligera con jugo de limón. Es lo que en la cocina clásica se conoce como ensalada Waldorf. Una última idea: haga unas empanadillas de hojaldre con la pulpa de manzana asada y sazónelas con canela. Son fantásticas si se comen con nata montada. (Con la colaboración de Xavier Moret).

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