Un hombre fallece en Jerez sepultado por toneles en una bodega abandonada
La policía cree que la víctima pretendía extraer vino de las botas
Un hombre de 39 años falleció en la madrugada de ayer tras quedar sepultado por varios toneles de vino en una bodega abandonada de Jerez situada en la Ronda de Muleros. Fuentes policiales aseguran que el individuo había accedido al inmueble con la intención de extraer el vino que aún se almacena en las instalaciones. Dos personas murieron el pasado año al desplomarse un muro de este inmueble.
El suceso se produjo cuando una de las hileras de botas quedó desestabilizada, probablemente, por la forma desordenada en la que han estado vaciando el vino los saqueadores. Varios toneles cayeron sobre el hombre, vecino de la pedanía de San Isidro del Guadalete, y le causaron la muerte al instante.
La investigación ha permitido saber que el fallecido se encontraba acompañado en el momento del accidente por otra persona que se dio a la fuga tras el desplome, sin que hasta el momento se tengan datos sobre su paradero.
Algunos de los vecinos, que alertaron a la policía local tras escuchar el estruendo por la caída de las botas de vino, aseguran que minutos antes habían visto a dos individuos saltando un muro que circunda la bodega
Los bomberos de Jerez no pudieron rescatar el cuerpo del fallecido hasta que amaneció debido al riesgo que presentaba la operación por el estado ruinoso de la bodega, la disposición de las barricas y el derramamiento de gran cantidad de alcohol.
Estas instalaciones fueron escenario hace dos años de la muerte de dos obreros que se encontraban trabajando en un local contiguo. Un muro de esta misma bodega se desplomó sobre la zanja en la que se encontraban los operarios, que fallecieron sepultados. El inmueble se encontraba precintado desde entonces, aunque era objeto constante del saqueo del vino y los útiles que aún conservaba en su interior.
La Gerencia Municipal de Urbanismo de Jerez había apuntalado las paredes de la instalación, aunque no ha podido proceder a su derribo en todo este tiempo puesto que es necesaria una orden judicial que no se podrá obtener mientras no se celebre el jucio por el accidente laboral, ocurrido el verano de 2001.
En el rescate del fallecido participaron un total de 10 bomberos y 3 vehículos pesados, entre ellos una grúa.
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