Los trabajadores de Altadis en Sevilla se movilizarán este mes para evitar el cierre

Los trabajadores de la fábrica de Altadis de Sevilla se movilizarán durante el mes de agosto para protestar por el anuncio de cierre y el expediente de regulación de empleo anunciado por la compañía. Las medidas, anunciadas en una rueda de prensa que trató de evitar el director de la planta, incluyen concentraciones, reparto de octavillas y recogida de firmas por toda la ciudad. Ya en septiembre, los trabajadores tienen previsto instalar un campamento en la fábrica para "vigilar" las 24 horas del día por si la compañía intenta "ir desmantelando la fábrica y empezar a sacar maquinaria".

La dirección de Altadis en Sevilla intentó vetar la entrada de los medios de comunicación, convocados por el comité de empresa, cuya presidenta, Josefa Medrano, aprovechó la presencia del director, José Ramón Fernández, para denunciar la "falta de libertad de expresión" de los trabajadores. "Intentan evitar la rueda de prensa para que no se vea lo que pasa en Altadis", aseguró Medrano después de que el director entrara en la sede del comité para informar a los asistentes de que tendrían que identificarse a la salida.

Los sindicatos del comité de empresa de la fábrica (CC OO, UGT, CGT y STI) consensuaron ayer un calendario de movilizaciones para que en agosto "se mantenga la tensión" social que ha causado el anuncio de los planes de la compañía. Los trabajadores se concentrarán todos los miércoles a las 13.00 horas en la Glorieta de las Cigarreras, y los jueves recogerán firmas en el centro de la ciudad. Además, se organizarán para garantizar el "reparto masivo" de octavillas y la pegada de carteles.

Apoyo popular

Los trabajadores de Altadis saben que la tradición histórica y cultural de la fábrica sevillana, la más antigua del mundo, va a ayudar a que la opinión pública se sensibilice con su causa e incluso se movilice en contra del cierre, por lo que el comité tiene previstas algunas acciones en las que espera contar con el apoyo de muchos sevillanos, como unos carteles que repartirán entre los comercios de la ciudad y en los que se plasmará la oposición de ese establecimiento al cierre de la fábrica; o una gran manifestación coincidiendo con la jornada de huelga anunciada por los sindicatos para el mes de septiembre.

Para Josefa Medrano, presidenta del comité de empresa, los argumentos de la compañía para justificar su plan industrial son "mezquinos" y suponen el "despido encubierto" de muchos trabajadores. "Dicen que el plan se aplicará de forma no traumática, pero nos quieren mandar a trabajar en turnos de noche a Alicante", explicó Medrano. "El 80% de la plantilla la forman mujeres, y la media de edad es de 47 o 48 años. Un traslado a 600 kilómetros de tu ciudad es un trauma humano y familiar", subrayó Medrano.