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Reportaje:

El Macba inicia su expansión

El centro iniciará tras el verano las obras de reforma del auditorio y de la Capella dels Àngels

El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) está en un edificio emblemático, pero difícil. Está costando años domarlo para que pueda acoger las múltiples formas de creación artística contemporánea que le exige su función, las cuales en ocasiones parecen contradictorias con sus impolutas paredes blancas. En parte este problema quedará solucionado cuando, a principios del próximo año, entren en funcionamiento el nuevo auditorio y la Capella dels Àngels, que será un apéndice expositivo del museo. Era algo anunciado ya hace un año; pero ahora, finalmente, hay fecha para la cesión oficial por parte del Ayuntamiento de Barcelona de este espacio, que, eso sí, precisa una reforma técnica que puede resultar complicada ya que se trata de un edificio histórico catalogado.

"Está todo acordado y se prevé que en el primer pleno municipal de septiembre se apruebe la cesión", indica Gemma Sendra, gerente del Macba. "Con este espacio ganaremos 800 metros cuadrados -de los que 600 están en la planta baja y el resto arriba, en lo que era el coro- que permitirán ampliar las actividades del museo". Eso sí, antes de entrar en la vieja capilla -que hasta finales de agosto ocupa el FAD para sus exposiciones del Año del Diseño y que hubiera deseado incorporar a sus instalaciones- el museo tiene previsto realizar obras de reforma. "Habrá una pequeña parte de obra civil, pues hay que arreglar algunas bóvedas y cambiar el pavimento, pero lo más importante es instalar las medidas de seguridad necesarias para que el coro sea accesible y sobre todo instalar los sistemas de climatización y control de humedad que se precisan para poder utilizarla como sala de exposiciones", dice Sendra. Entre septiembre y octubre se realizará el primer proyecto de necesidades y después se convocará el concurso para ejecutar las obras, que, a falta de un estudio más minucioso, están presupuestadas en unos 700.000 euros. El objetivo es que entre en funcionamiento en febrero de 2004.

Por estas mismas fechas debería estar acabada también la reforma del auditorio del museo, una auténtica necesidad del centro ya que la actual sala de actos carece de las más elementales condiciones que se requieren para realizar proyecciones, conferencias o performances. "El área de servicios culturales es estratégica porque permite atraer a públicos muy diversos", indica Gemma Sendra, que destaca que este año ya se ha doblado el presupuesto para actividades y se prevé consolidar estos aumentos.

La urgente reforma del auditorio, que cuenta con un presupuesto de unos 840.000 euros, tiene un carácter puramente técnico y está en fase de estudio. Se prevé inicialmente recuperar la forma redonda de este espacio, que ocupa la misma superficie que el primer vestíbulo del centro; construir un altillo en el que situar los servicios técnicos, entre ellos las cabinas de traducción simultánea, y adecuar la sala en el aspecto acústico para que pueda tener un uso polivalente. Se alcanzará así un aforo de unas 280 butacas. Lo más significativo, y también complicado, es la construcción de una entrada directa, para lo que está previsto aprovechar el actual lucernario que da al patio Joan Corominas, frente al bar del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Ahí se prevé situar una escalera que daría directamente al auditorio y permitiría llevar a cabo actividades en él fuera del horario del museo. Esta escalera estaría relacionada con un pabellón que se encargaría a Dan Graham.

El pasado año se efectuó una auditoría de mantenimiento del edificio del museo en un plan a 12 años que en 2003 ha tenido un presupuesto de 270.000 euros, lo que ha permitido por ejemplo pintar la fachada. Este plan, inicialmente de mantenimiento, permitirá realizar de forma pausada otras reformas a medio plazo con presupuestos similares cada año. De momento, gracias a una gestión de la Fundación Macba, se ha conseguido otro almacén para las obras de la colección en la Zona Franca y se está avanzando en el acuerdo con la Generalitat para unificar los catálogos de su actual centro de documentación -por otra parte, colapsado y con necesidad urgente de un nuevo espacio más amplio- con los de la Biblioteca Alexandre Cirici del Centro de Arte Santa Mónica. Ambos centros están iniciando ya la coordinación de sus respectivos fondos. La solución apuntada hace unos años, y después bloqueada por el Distrito de Ciutat Vella, era situar el centro de documentación en el edificio anexo al Convent dels Àngels, pero para este edificio ha habido casi tantos proyectos como años lleva a medio acabar.

Oteando el Poblenou

En varias ocasiones se ha anunciado la posibilidad de que el Macba instalara una subsede en alguna de las fábricas en desuso del Poblenou, desde Oliva Artés a Can Saladrigas, como una manera de contribuir a la regeneración del barrio. "Nuestra idea en principio no es expandirnos físicamente ni musealizar Poblenou, sino crear una serie de agencias, es decir, de colectivos o grupos de trabajo profesionales que intermitentemente pueden ocupar diferentes espacios, de forma provisional o permanente, para proyectos concretos relacionados con la literatura, la crítica, el cine, la política u otros temas", aclara Manuel Borja-Villel, director del Macba.

"Nunca he reclamado directamente estos espacios ni presentado un proyecto, porque la idea es otra y está encaminada hacia una expansión no tanto física como de actividades", aclara. "Pero es positivo que se haya hablado de esto, porque algunas de estas fábricas se han salvado porque se decía que en ellas se instalaría el Macba".

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