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No puede haber calidad sin presupuestos, afirmaJuan Vázquez, presidente de la CRUE

Juan Vázquez, rector de la Universidad de Oviedo y nuevo presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, habla sobre la situacion actual de la universidad y los retos y desafíos de su nuevo cargo

Experto en economía, vicepresidente de la Conferencia de Rectores en la anterior permanente y rector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez asume la presidencia de la CRUE con la esperanza de haber dejado atrás la etapa de polémica que genero la Ley Orgánica de Universidades y el reto del proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior en el horizonte.

"Me ha servido mucho la experiencia al lado de Ignacio Berdugo durante todo el año pasado"

"Este último año ha sido de desarrollo y no de cuestionamiento de la LOU"

Pregunta.- ¿Cómo ha tomado las riendas de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas?

Respuesta.- Con ilusión, sobre todo, porque creo que es una tarea muy atractiva. También con un poco de temor porque, verdaderamente, son complejos los retos y con la tranquilidad de tener un equipo de rectores que me acompaña en la permanente de la CRUE muy compacto y dinámico que combina, además, perfiles distintos.

P.- ¿Le está ayudando el haber ocupado, con la anterior permanente, el cargo de vicepresidente?

R.- Sí, ha sido un periodo de rodaje. No es lo mismo, en todo caso, sentirte al frente ya que tienes un poco más de vértigo, pero me ha servido mucho la experiencia al lado de Ignacio Berdugo durante todo el año pasado para conocer un poco más cómo funciona la CRUE, cómo se articulan los proyectos, etc.

P.- ¿Apuesta por la continuidad o habrá grandes cambios?

R.- Todas las instituciones que funcionan razonablemente bien como la CRUE tienen que tener una dosis de continuidad y una dosis de innovación y cambio permanente. En la estructura básica de organización y acción de la CRUE hay pautas muy consolidadas que no hay porqué cambiar, pero a la vez tenemos que adecuarnos a escenarios muy nuevos que van surgiendo. Por ejemplo, desde el año pasado el tema de la Convergencia Europea ha dado un salto adelante y se ha convertido en un reto prioritario y eso configura ya una tarea que es nueva y sirven pautas que ya existen pero hay que cambiar, innovar y establecer nuevos mecanismos.

P.- ¿Ha quedado atrás la etapa de polémica que despertó el debate y desarrollo de la Ley Orgánica de Universidades?

R.- Creo que ha quedado atrás para todos. Fue comprensible en aquel momento de debate y es comprensible que ahora, en un momento posterior, lo que tenemos que hacer no es discutir la ley, sino ver cómo se desarrolla y se aplica. Todas las universidades la hemos desarrollado muy lealmente y tratando de adaptarla a las condiciones específicas de cada una.

Se ha culminado la elaboración de nuevos estatutos en prácticamente todas las universidades. Ha sido un trabajo intenso de todo un año y uno de los elementos fundamentales de desarrollo de la LOU. En el ámbito de las relaciones con el Ministerio de Educación ha habido también muchos desarrollos que ya se han puesto en marcha y otros que van a culminar próximamente, sobre todo que tienen que ver con la estructura de las enseñanzas. Algunos, como el crédito europeo, ya esta aprobado y otros, como la configuración de estudios de grado y de postgrado, previsiblemente estén a comienzo de curso. Este último año ha sido de desarrollo y no de cuestionamiento de la LOU.

"Las universidades tenemos capacidad para afrontar todo, incluso sin tener todos los recursos que necesitaríamos para ello"

"Quiero reivindicar el gran valor y la gran capacidad que atesoran las universidades españolas"

P.- El proceso de adaptación, ¿ha sido más fácil de lo que esperaban las universidades?

R.- Lo que yo creo es que las universidades tenemos capacidad para afrontar todo, incluso sin tener todos los recursos que necesitaríamos para ello. He dicho siempre que, quizás, era desproporcionado el esfuerzo que había que hacer para aprobar estatutos, por ejemplo. Podemos constatar ahora que todas las universidades hemos tenido que derrochar esfuerzo en esta tarea y, probablemente, podía haber habido alternativas más sencillas, pero, con todo, lo hemos hecho con una normalidad absoluta.

Esto demuestra la gran capacidad de actuación que las universidades tenemos a pesar de que, a veces, se enfatizan nuestros problemas. Yo quiero reivindicar el gran valor y la gran capacidad que atesoran las universidades españolas, emitir señales a la sociedad de la importancia, el potencial y los recursos que las universidades tienen y que, a veces, se ve empañado por imágenes de algunos conflictos y enfrentamientos.

"Es imprescindible el diálogo con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte"

"No hay que concebir la acreditación como un examen para ver cómo están las universidades o los profesores, sino más como un refrendo de que las universidades tenemos crédito"

P.- Usted ha afirmado, ya como presidente de la CRUE, que va a potenciar el diálogo entre las universidades y el Ministerio de Educación. ¿Cree posible este diálogo?

R.- Creo que es imprescindible y que tenemos que hacer todos los esfuerzos para mantener el diálogo. Hablo de esta actitud de cooperación con el Ministerio de Educación, pero debe ser igual con todos los agentes. Creo que tenemos que hablar más con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y con el de Asuntos Exteriores para ver temas de acción cooperativa, de acción educativa exterior. Con todos, pero muy particularmente con el Ministerio de Educación, tenemos que tener siempre una disposición a cooperar. Esto no quiere decir que lleguemos necesariamente a acuerdos sino que estemos siempre buscando llegar a acuerdos. Cuando lo consigamos, muy bien y cuando no lo consigamos lo que hay que tener es capacidad para gestionar las discrepancias. Esto es algo que depende de ambas partes y, por la nuestra, vamos a poner todo el esfuerzo y estoy seguro que por las otras también.

P.- Parece que la entrada en funcionamiento de la Agencia Nacional de Evaluación, Calidad y Acreditación (ANECA) ha provocado algunas reacciones en contra en las universidades, especialmente con la forma de llevar a cabo el proceso de evaluación del profesorado?

R.- No me atrevería a hacer un pronunciamiento rotundo porque me faltan datos. El proceso de acreditación y sus mecanismos son, verdaderamente, un paso adelante, aunque he de decir que no hay que concebir la acreditación como un examen para ver cómo están las universidades o los profesores, sino más como un refrendo de que las universidades tenemos crédito.

En cualquier caso, el proceso de acreditación me parece bien. El que la ANECA, junto con otras agencias de las Comunidades Autónomas protagonicen este proceso es algo que les otorga la ley y, por tanto, incuestionable. Pero creo que una vez que ha transcurrido más o menos un año desde que estos procesos se han puesto en marcha, desde las universidades deberíamos disponer de los datos y del balance que hay hasta ahora y tratar de reflexionar, conjuntamente, para ver si ha funcionado adecuadamente o en qué aspectos no ha funcionado y tratar de corregirlos.

"Las universidades tenemos que entender que no vivimos en mercados reservados y que hay que ponerse en buenas condiciones de competitividad"

"Si la calidad no tiene presupuestos es retórica, si no se acompaña de dinero, no se puede hacer nada"

P.- Recuperando el tema del Espacio Europeo de Educación Superior. ¿Cree que va a aumentar la competitividad entre las universidades españolas? Y, de ser así ¿será positivo para los universitarios?

R.- Es evidente es que se abre un proceso de competencia cada vez mayor entre las universidades y cuando hay competencia abierta hay que ser más competitivo, si no, no logras sobrevivir. Las universidades tenemos que entender que no vivimos en mercados reservados. Espero, deseo y creo que esto va a ser muy positivo para el conjunto del sistema universitario y, particularmente, para los estudiantes.

El cambio más revolucionario de la convergencia europea es el cambio de enfoque en la enseñanza desde el punto de vista y la perspectiva del profesor al punto de vista y perspectiva del estudiante. Y esto no se cambia sólo con decretos, son reformas tan profundas que no son automáticas. Y para que una reforma tan importante como esta triunfe y nos se quede sólo en palabras tiene que tener dos componentes fundamentales: uno cuantitativo, apoyo de recursos presupuestarios y materiales, que permitan cambiar algunos aspectos de la organización y un segundo, más intangible y cualitativo, que es que, verdaderamente, seamos capaces de trasladar, de explicar y de ilusionar al conjunto de la comunidad universitaria de que esta tarea merece la pena.

P.- ¿Cómo cree que el gobierno va a resolver este asunto de la financiación del Espacio Europeo que, además, fue uno de los más criticados en el momento de aprobarse la LOU?

R.- No se cómo lo va a resolver, pero yo le pediría, desde luego, que piense que tiene que resolverlo y empiece a tomar algunas medidas y previsiones para hacerlo. Yo he tratado de retomar, desde que estoy en la presidencia de la CRUE, los temas financieros y presupuestarios. A veces siento que hemos caído en una especie de 'trampa normativa'. Las universidades estamos muy enfrascadas en los últimos años en cambios normativos: la LOU, los estatutos, la estructura de la enseñanza europea? que son imprescindibles, pero que no lo son todo. Porque luego, para que los estudiantes y la comunidad universitaria note que hay cambios reales, y este debe ser el objetivo, los rectores tenemos cada día que gestionar muchas cosas y un tema clave es la financiación. Aquí siempre se dice 'todos tenemos el objetivo de incrementar la calidad', pero si la calidad no tiene presupuestos es retórica, si no se acompaña de dinero, no se puede hacer nada. La calidad es cara y eso tiene que saberlo todo el mundo.

Hay que comprometer y de una forma, si es posible, pactada, a comunidades autónomas y a la Administración Central con las universidades para aumentar la financiación. Y a nosotros luego debe exigírsenos que demos cuenta y que optimicemos nuestros recursos.

"Hay una vocación muy grande, unas raíces y unas relaciones muy profundas y estrechas de todas las universidades españolas con América Latina"

"La universidad española vive un momento bueno pero con grandes retos, muchos desafíos y cambios permanentes"

"La universidad española es uno de los pilares del país"

P.- Con todo este proceso de convergencia europea la universidad española está volcada en sus relaciones con Europa. ¿En qué lugar queda Latinoamérica?

R.- Estamos, sin duda, con un ojo puesto en cada sitio. España, la universidad española y la CRUE, en particular, pueden servir perfectamente de puente entre Europa y América Latina. Hay una vocación muy grande, unas raíces y unas relaciones muy profundas y estrechas de todas las universidades españolas con América Latina. Nunca se van a olvidar, sino a potenciar. Yo, además, soy muy entusiasta de estrechar cada vez más las relaciones con el mundo de América Latina que tiene muchas posibilidades y potenciales.

Universia lo sabe porque trabaja en este terreno muy bien, como plataforma líder en todo el mundo de habla hispana. Universia desempeña un papel fundamental de colaboración entre toda la comunidad iberoamericana, Además, desde la constitución en Cartagena de Indias, donde Universia participó muy activamente, del Consejo Universitario Iberoamericano (CUIB), se ha dado un gran paso adelante.

Hace poco tuvimos una reunión en Madrid representantes del CUIB con representantes de la CRUE y de la Conferencia de Rectores Italianos, aprovechando la presidencia italiana y acordamos tener un encuentro en Milán, previsiblemente en el mes de octubre, en el que se haga algún tipo de declaración y proyecto para unir América Latina con la Unión Europea.

P.- Si tuviera que hacer una valoración muy rápida del momento que vive la universidad española diría?

R.- La universidad española vive un momento bueno pero con grandes retos, muchos desafíos y cambios permanentes, Es verdad, por otra parte, que la universidad debe estar siempre en cambio, cuestionándose, reformándose y replanteándose todo, pero muchas veces para juzgar el presente hay que mirar un poco hacia atrás y un poco hacia delante y, si uno mira hacia atrás, de lo que se da cuenta es de que la universidad española ha cambiado muchísimo y en un sentido muy positivo y que tiene altos niveles de calidad formativa y excelentes grupos de investigación. No me canso de decir que la universidad española es uno de los pilares del país. Por otra parte, tiene un reto muy importante, el reto de adaptarse a Europa y de consolidar y ampliar todos sus niveles de calidad y reformar sus enseñanzas en este proceso.

Yo no juzgo el momento como negativo ni mucho menos, al contrario, es muy bueno y es el fruto del trabajo acumulado durante muchos años y, a la vez ,es un proceso que nunca se detiene y que nos obliga a seguir trabajando para consolidar todos los potenciales que tiene la universidad.

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