Replicantes
Menta y chocolate, que sustituye a Sabor a ti en las tardes de Antena 3 con contenidos parecidos y un tono menos tenso, incorpora una novedad. Mientras cotillean aparece en pantalla un número de teléfono para "Réplicas, aludidos y concernidos".
Novedad
Hasta ahora sólo existían los aludidos, ese colectivo de personas de las que se habla y que, de repente, decide intervenir para pegar unas voces. Su oportuna aparición suele estar más pactada que las entrevistas retroactivas de Epílogo. ¿Quiénes son los concernidos? Sucedáneos de aludidos que harán lo mismo que los auténticos, aunque también puede ocurrir que se les niegue la entrada y se rebelen rajando en otros foros y salpicando más que los cuerpazos del Campeonato Mundial de Natación. Se agradece, pues, este esfuerzo por buscar sinónimos. La expresión "réplicas, aludidos y concernidos" suena bien. Parece el título de un soneto de Quevedo, de una época en la que, en lugar de utilizar los platós para ajustar las cuentas, se recurría a la literatura.
Eva al desnudo 3
Sonia, de Gran Hermano 4, ha vuelto. Eligió Salsa rosa para, con la excusa de desmentir su relación con un futbolista, provocar un incendio que ha chamuscado Tele 5 y que se extiende por otras cadenas. Parece que sólo se defienda, pero, sutilmente, suelta insinuaciones, nombres, datos y anzuelos que han inaugurado un rentable periodo de enemistad con Kiko, que está viviendo un bajón mediático. Tranquilos: eso les asegura continuidad, como han confirmado los agrios A tu lado (Emma García ya no disimula el asco que le producen algunos de sus colaboradores), Aquí hay tomate y Crónicas marcianas de esta semana (Sardá lanzó un mitin tan brillante como tramposo contra El Semanal TV, y a modo de editorial exigió coherencia, aunque sospecho que, además de practicar su legítimo derecho a darse por concernido, se trataba de montar un pollo corporativista para mantener el programa en primera línea).
Eva al desnudo 4
Referencias a terceros (robos, malos tratos, amenazas) y el arte de manejar la insinuación son las mejores armas de Sonia, que, con su peculiar estilo, provoca el pánico entre los demás (su madre acudió a Crónicas marcianas y se enzarzó en una pelea con Marta que culmina una polémica estimulada por nuestro lado más morboso). Somos actores y espectadores de una industria que mueve tantos intereses que ni siquiera se plantea si sus métodos son lícitos. Una industria en la que el personaje interpretado por Sonia funciona porque representa la ambición instintiva, sin escrúpulos, propia de esos villanos de telenovela que, cuando la adulación ya no favorece sus intereses y han exprimido a sus amigos, optan por convertirlos en enemigos. Lo malo es que estos personajes no sólo existen en televisión. Lástima que se me acabe el espacio. Me habría encantado darles algunos nombres.
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