_
_
_
_
Reportaje:CAMPEONATOS DEL MUNDO DE NATACIÓN

La quinta de las olvidadas

Sin atención ni dinero, el waterpolo femenino sorprende en Barcelona

Forman parte de la expedición española de natación, pero pocos las hacen caso. Son las chicas del waterpolo. Y aunque hoy disputan los octavos de final ante Alemania, tras ganar en la primera fase a Kazajistán y perder tan sólo por un gol frente a Italia, ni más ni menos que las campeonas del mundo, no consiguen despertar la misma admiración que los chicos. Las chicas obtendrán un premio de la Federación si concluyen en sexto lugar.

En el único Mundial que participaron, en Perth 98, fueron novenas. Su mejor resultado: cuartas en los Europeos de Sevilla 97. Desde entonces, tres sextos puestos en Prato, Budapest y Liubliana. "Por el momento", dice Elisabeth Fuentes, la capitana, "debemos conformarnos con unas dietas ridículas que nos obligan a gastar nuestro propio dinero cuando vamos con la selección". La Federación les paga sólo 21 euros por día y no siempre, sólo durante la competición.

Más información
La princesa de Barcelona

Habitualmente, la selección las requiere unos cuatro meses por año. Y si quieren seguir en el equipo nacional deben renunciar en muchos casos incluso al trabajo. "Eso me ocurrió", confiesa Ana Ramírez, de 25 años. "Soy farmaceútica y tenía un trabajo más o menos estable. Pero los propietarios no entendían que les pidiera tantos permisos". Una situación similar vivió Fuentes, de 29 años. "Trabajaba de delineante. Llevaba ocho años en una empresa y combinaba las concentraciones con las vacaciones. Hace un año y medio me pusieron problemas. La selección exige mucha dedicación. Ahora vivo del paro". Mariona Ribera, de 26 años, ha tenido más suerte. "Trabajo de farmacéutica y puedo compaginarlo. Me entreno los mediodías y no me ponen trabas para viajar".

La mayoría son estudiantes o licenciadas. Pero pocas obtienen subvenciones. "Las más jóvenes cobran una beca ARC, que no sobrepasa las 200.000 pesetas por año", explica Gaspar Ventura, el seleccionador. "A otras se las han quitado por la edad". Y eso es todo. El resto deben ponerlo ellas: las horas, el dinero, los desplazamientos.

En estas condiciones resulta muy difícil poder competir al más alto nivel. "Y más", agrega Ventura, "si tenemos en cuenta que la mayor parte de nuestras rivales aquí en Barcelona reciben un sueldo que oscila entre las 200.000 y las 300.000 pesetas mensuales".

Vistas las perspectivas, Elisabeth Fuentes ha tomado ya una decisión. "Lo dejo. Abandono tras los Mundiales. Creo que ya me he sacrificado mucho. Y seguir así sería un error. Estoy cansada y no veo ninguna posibilidad de poder seguir implicándome al 100%". También Mariona Ribera y Ana Ramírez debaten la misma tesitura. "Así no puedo seguir otro año. He aguantado porque era en Barcelona, y por amor al arte", afirma Ribera. Y Ramírez prosigue: "Tengo ganas de establecerme, de hacer una vida más normal".

Aunque el waterpolo femenino ha dado un vuelco en España desde la creación de una Liga regular hace siete años, el futuro de la selección pasa, básicamente, por obtener el apoyo institucional. "Ahora hay una base muy bien estructurada", comenta el seleccionador Gaspar Ventura. "Hay una División de Honor con ocho equipos, una Primera División con seis, y campeonatos de España juniores, juveniles, cadetes e infantiles. Falta algo de competición, porque hay dos equipos -Sabadell y Mediterráneo- dominantes. Pero se están moviendo alrededor de 900 mujeres. Hay futuro, pero para estar en la élite eso no basta".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_